3.C. Evaluación

5 cosas que debes saber sobre rúbricas

La implementación del modelo flipped, unida a la utilización de metodologías inductivas (como el PBL, etc), suele llevar inexorablemente a plantearse que es necesario utilizar modelos de evaluación del aprendizaje más amplios que los tradicionales. Ya no se trata solo de comprobar qué saben los alumnos (aunque habrá que hacerlo), sino también qué saben hacer con lo que han aprendido, por ejemplo. Son precisos enfoques de la evaluación más centrados en comprobar las competencias adquiridas por los alumnos[1].

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¿Qué es una rúbrica?

Es una herramienta para ayudar a la evaluación que puede resultar especialmente útil cuando hay que evaluar aspectos complejos, imprecisos o subjetivos. Consiste en preparar una matriz de valoración que recoja los elementos que queremos evaluar y fije, en cada uno de ellos, los criterios que usaremos para darles un valor u otro.

Puede servir para valorar el grado de aprendizaje alcanzado por el alumno en conocimientos y competencias, y también para poder juzgar de un modo más ecuánime el proceso que supone todo aprendizaje, el nivel de logro del mismo y/o la calidad del trabajo llevado a cabo por los alumnos.

Elementos básicos de una rúbrica:

Aspectos a evaluar: componentes que incluyen el marco de la evaluación del producto/desempeño del estudiante.

Escala de calificación: categorías que definen la calidad del trabajo del estudiante.

Criterios: breve explicación de la evidencia que permite juzgar el trabajo particular de un estudiante a lo largo de las distintas dimensiones o criterios y asignarlo a un nivel de desempeño concreto.

Utilidad

La rúbrica es útil para establecer de forma clara y precisa los elementos que componen una actividad de aprendizaje determinada y ayuda, por tanto, a disponer de una guía explícita para realizar la tarea, lo que resulta beneficioso para los alumnos.

Las rúbricas son especialmente útiles para realizar una evaluación objetiva y consistente de actividades como trabajos grupales, presentaciones orales, trabajos escritos individuales o prácticas en laboratorio, entre otras.

Evidentemente sirve como herramienta de evaluación pero a la vez puede ser una herramienta formativa para el alumno. Por medio de ese conjunto de criterios específicos, se hace una descripción detallada del tipo de desempeño esperado y los criterios para su análisis; así, los alumnos conocen con todo detalle qué es lo que tienen que hacer y cómo para ser valorados positivamente.

El profesor puede utilizarla como una herramienta de evaluación pero también puede hacérsela llegar al alumno y utilizarla como una herramienta de trabajo conjunto a lo largo del curso; el profesor podrá realizar un seguimiento de las tareas y del aprendizaje del alumno de una forma más eficaz y continua en el tiempo y proporcionarle así un feedback adecuado.

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Tipos de rúbrica
 

  • Comprehensiva, holística o global: la que considera la ejecución del alumno como una totalidad sin juzgar por separado las partes que la componen. Permite calificar la totalidad del trabajo.
  • Analítica: mediante ella se evalúa por separado las diferentes partes o componentes del producto o desempeño, de modo que la retroalimentación que puede proporcionarse al alumno es más compleja, amplia y definitiva.

¿Para quién?

Utilizada como herramienta de evaluación, la rúbrica es útil para el profesor; si se usa como herramienta de trabajo conjunto (evaluación formativa), tanto el profesor como el alumno podrán salir beneficiados.

Para el profesor supone una ayuda encaminada a:

  • definir claramente la tarea y los objetivos de aprendizaje a los que responde así como el modo de alcanzarlos, lo que promueve que el alumno aprenda mejor;
  • especificar los criterios de evaluación;
  • concretar y describir cualitativamente, no sólo cuantitativamente, los distintos niveles de logro que el alumno puede alcanzar (¿cuáles son las evidencias deseadas para constatar el nivel de logro de las competencias/objetivos definidos previamente?);
  • clarificar y vincular objetivos de aprendizaje y evaluación con las actividades y contenidos del curso;
  • reducir la subjetividad de la evaluación;
  • medir el desempeño del alumno mediante criterios cuantitativos, cualitativos y/o mixtos.

Para el alumno supone:

  • un conocimiento de las pautas que ha de seguir para alcanzar el éxito en la tarea encomendada;
  • una guía eficaz para revisar sus trabajos antes de entregarlos finalmente al profesor;
  • una herramienta eficaz para la autoevaluación ya que mediante ella puede identificar fácilmente sus fortalezas y debilidades en las áreas que debe mejorar;
  • conocer los criterios con los que va a ser evaluado, lo que es una ayuda para organizar y dirigir su estudio de un modo u otro;
  • una herramienta eficaz para valorar a los compañeros (en el caso de que se use la evaluación por pares);
  • la adquisición de una mayor conciencia de su propio proceso de aprendizaje; trabajando con la rúbrica puede ver el proceso que ha seguido para llegar al dominio o no de una competencia o tarea, qué le ha costado más y que no, etc.

En esta completa presentación de Rosa Liarte puedes ver la importancia de este mecanismo de evaluación: 

CRIF Las Acacias | Autores: Raúl Santiago y Javier Tourón | CC-BY-SA 4.0