LIBRO: ADAPTACIÓN DE REPERTORIO

1. ADAPTACIÓN DE REPERTORIO

1.11. La armonía (II)


El ostinato es otra herramienta indispensable para crear acompañamientos. Consiste en crear un patrón que se repite durante toda la obra o parte de ella y suele convertirse en el motor que conduce la pieza. Esta técnica está muy relacionada con las notas pedales y bordones. Suele asignarse al registro grave pero puede encomendarse a cualquier voz. El ostinato puede ser melódico, rítmico, armónico en función de que lo repetido sea un motivo melódico, una célula rítmica, una progresión de acordes o cualquier otro elemento del sonido. En cuanto a la repetición puede ser idéntica o admitir ligeras variaciones siempre y cuando permitan seguir reconociendo el patrón. Como muestra presentamos unos patrones de ostinato que aparecen con frecuencia en la música de bandas sonoras.



Teniendo en cuenta todo lo anterior vamos a ver algunos ejemplos de acompañamientos a los que podemos aplicarles la progresión de acordes de la pieza que queramos interpretar.

  • Estilos clásicos: a lo largo de la historia de la música clásica hay algunos acompañamientos que son especialmente representativos de un determinado periodo. Su versatilidad nos permite aplicarlos tanto a piezas clásicas como transferirlos a otros géneros y estilos musicales.
    • Bajo Alberti: es un acompañamiento típico del Clasicismo que consiste en tocar arpegiadas las notas de los acordes formando un patrón que se repite. Suele seguir el esquema grave, agudo, medio, agudo. Por ejemplo do-sol-mi-sol para el acorde de do mayor.
    • Trommelbass: también conocido como bajo tambor, es otro modo de acompañar habitual del periodo clásico. La configuración más conocida es una combinación de acordes rotos que se inicia en la nota más grave del acorde y luego suenan las restantes simultáneamente repetidas tres veces. También se puede presentar mediante una alternancia de una nota y su octava superior.
    • Bajo arpegiado: como su nombre indica se construye arpegiando o tocando de forma sucesiva las notas integrantes del acorde, que pueden sonar en progresión ascendente, descendente o ambas.



  • Estilos populares: desde el inicio de la música popular urbana se han utilizado ciertos acompañamientos de forma recurrente y que del mismo modo que en el apartado anterior son bastante versátiles y sobre todo asequibles para nuestro alumnado.
    • Bum-ba-di-da: es un patrón de línea de bajo que está basado en la canción "Happy Trails" de Roy Rogers que utiliza la nota fundamental, la 5ª, la 6ª y vuelta a la 5ª.
    • Chord picking: es un acompañamiento típico de la música country que emplea este tipo de acorde. Esta técnica implica tocar el acorde roto en estado fundamental empezando por la tónica junto con la 3ª y 5ª y a continuación tocar la 5ª del acorde pero una octava más grave junto con la 3ª y 5ª.
    • Balada pop: hay varios patrones típicos de acompañamiento que aparecen frecuentemente en las baladas de música pop. El primer ejemplo utiliza acordes en bloque combinando la redonda en el bajo con negras. Los siguientes ejemplos utilizan acordes rotos y el último incluye un pequeño ostinato rítmico en el bajo.
    • Boogie woogie, rock, etc.: en el ámbito del rock y sus antecesores jazz, blues, country, etc. encontramos varias opciones para acompañar piezas entre las que están el famoso walking bass del estilo boogie woogie y otras variantes. Al introducir estos patrones en MuseScore, al igual que en el caso de Bum-ba-di-da, en la mayoría de los casos será conveniente aplicar la función swing desde el menú texto de las paletas que hay en el lado izquierdo, para que la interpretación suene atresillada.



  • Otros estilos: para finalizar incluimos una propuesta de acompañamiento para algunos estilos más, que se podrían calificar en cierto modo como exóticos. Se trata de la bossa nova y el reggae, aunque dependiendo del nivel que tengan nuestros estudiantes pueden resultar algo más complicados debido a sus ritmos.