Accesibilidad
2. Tipos de accesibilidad
2.3. Accesibilidad cognitiva
Duración: 6 minutos y 58 segundos
La accesibilidad cognitiva está relacionada con las limitaciones en la comprensión, memoria y atención, por ejemplo, las dificultades de lectoescritura o la incapacidad para recordar o concentrarse cuando hay gran cantidad de información. Tenemos un gran número de alumnado en nuestras aulas que, por diversos motivos, van a necesitar soluciones de accesibilidad cognitiva para mejorar o posibilitar sus procesos de participación y aprendizaje. Un contexto accesible cognitivamente es aquel que permite entender los entornos, las actividades y el uso de objetos porque están adaptados al nivel de comprensión del usuario y son predecibles.
En el apartado de recursos para saber más encontraréis enlaces y materiales para profundizar en este tema y propuestas de actividades para hacer con vuestro alumnado.
Los entornos difíciles de entender generan incertidumbre, ansiedad, dependencia y pasividad, imaginémonos solos intentando coger un tren en una estación de un país extranjero en el que no entendemos su idioma. Por el contrario, los entornos predecibles y comprensibles mejoran nuestra sensación de control, favorecen la autonomía y posibilitan nuestra participación. Por todo ello, se considera la accesibilidad cognitiva clave para favorecer el bienestar emocional de las personas. Favorecerla en el aula nos plantea una serie de retos que parten de observar cómo aprenden y comprenden nuestros alumnos y alumnas y en función de eso, diseñar actividades y utilizar metodologías, materiales didácticos, programas y sistemas de evaluación.
Para mejorar la accesibilidad cognitiva nos hemos de fijar básicamente en:
- Los escenarios y desplazamientos más habituales o importantes para el desarrollo de las actividades propias del centro.
- La organización temporal de las actividades.
- Las conductas y roles más significativos.
- Los recursos tecnológicos, los materiales y las metodologías.
El primer aspecto a considerar es la comprensión de espacios tanto físicos del centro y aula, como virtuales, especialmente ahora que el material digital y las páginas web son materiales habituales en nuestras aulas. Una página web accesible es la que nos permite acceder a la información que vamos buscando en menos de cinco clics de ratón, o que no es excesivamente larga y no necesita que hagamos mucho scroll con las barras de desplazamiento ni que haya doble scroll (en imágenes o documentos grandes dentro de la página), que los carruseles con contenido que va moviéndose automáticamente tengan controles para pararlos o que los formularios no se borren si nos equivocamos obligándonos a volver a empezar, etc. La iniciativa de accesibilidad web (conocida como WAI) desarrolla especificaciones técnicas, orientaciones y recursos para hacer más accesibles las páginas web. Se desarrolla para dar respuesta a las necesidades de las personas con discapacidad, pero también para beneficiar a las personas que sufran una discapacidad temporal (un brazo roto o pérdida de gafas), una limitación provocada por condiciones del contexto (por excesiva iluminación o ruido ambiente, por ejemplo), cuando hay conexiones de baja velocidad u otras condiciones que puedan dificultar la navegación por internet.
Otro aspecto que mejora la sensación de control es el diseño de estrategias para que nuestro alumnado conozca la estructura de la semana, la de cada día y la de la actividad que vamos a realizar, es decir, hacer visible el tiempo en la escuela. Conocer la organización del tiempo mejora la adaptación y el desarrollo de los procesos de autorregulación de todo el alumnado.
Explicitar las conductas y roles de las personas que son las facilitadoras de cada escenario en la escuela también favorece la comprensión. Estamos hablando de saber a quién acudir si hay un problema en el patio, si pierdo algo o si llego a clase y no hay nadie. Y ello implica también que toda la comunidad educativa debe saber comunicarse con personas con diversidad. Las personas con discapacidad visual suelen contar que es muy frecuente que la gente les ayude a cruzar la calle cuando no querían hacerlo. Por lo que la mejor manera de ser útil es comportarse con naturalidad y preguntar a las personas qué tipo de ayuda necesitan.
La falta de accesibilidad cognitiva a la información escrita es una de las principales barreras en la escuela donde el medio mayormente utilizado es el texto escrito. Es necesario acercar la lectura a las personas con dificultades en la lectura o de comprensión lectora independientemente de la causa de la misma. La lectura fácil, por ejemplo, es una manera de hacer accesibles los textos. Se trata de una adaptación de la información textual que implica modificaciones en el contenido (básicamente haciéndolo más sencillo sin infantilizarlo, ni perder información relevante) y en la forma (utilizando un formato de texto sin justificar, con mayor interlineado, con tipografía sin serifa, tipo palo y otras cuestiones que hacen más fácil la lectura).
¿Para qué nos puede servir? Podemos disponer en la biblioteca de los libros que leemos en clase en versión en lectura fácil para que el alumnado al que le cueste seguir el ritmo o que tengan dificultades lectoras, en lugar de leer otro libro diferente, lea la misma historia que sus compañeros. Si además, buscamos un título del que exista audiolibro y película y distintas versiones que supongan distintos grados de competencia lectora, estaremos diseñando una actividad multinivel en la que todo nuestro alumnado va a poder participar y, de esta manera, podamos luego compartir ideas y debatir sobre los personajes o el argumento.
Hacer los textos más accesibles, puede ser útil en los exámenes, para redactar las preguntas de forma que lo difícil sea la respuesta y no la pregunta, pensando en el alumnado con mayores dificultades lectoras. También es una buena idea para trabajar con alumnado extranjero o para las comunicaciones con las familias, teniendo en cuenta que podemos tener familias con distintos niveles de comprensión lectora. En el apartado de recursos tenéis algunas guías y orientaciones para hacer los textos más accesibles.
También facilita la accesibilidad cognitiva el uso de pictogramas e imágenes, que ayudan a todos a dejar las cosas en su sitio o que permiten la comunicación al alumnado con problemas de comunicación. Si algún alumno o alumna utiliza un comunicador como medio fundamental para comunicarse con el mundo, es necesario que sus compañeros y compañeras del centro, el profesorado y el personal de administración y servicios se familiarice con su uso.
Podríamos en este apartado hablar de aprendizajes accesibles y diseño universal, pero esto lo veremos más adelante. Solo señalar aquí que, independientemente de la metodología o estrategia que utilicemos y antes de ponernos manos a la obra con el diseño de cualquier tarea o actividad, hemos de conocer las barreras que puedan limitar el acceso, la participación y el aprendizaje de nuestro alumnado y tenerlas siempre presentes.