Procesamiento de la información
1. Introducción
Procesamiento de la información
Las teorías del procesamiento de la información en humanos se centran en el modo en que las personas atienden, en cómo se representan el conocimiento y realizan las operaciones de codificación, comparación, recuperación, etc. que se activan en las tareas de adquisición de nuevos conocimientos y de razonamiento.
Las habilidades de pensamiento requieren el uso de estrategias cognitivas, su empleo favorece y mejora todos los procesos de aprendizaje. En numerosos estudios, desde Hattie (1966), se pone en evidencia la alta correlación en el uso de estrategias cognitivas y el rendimiento académico.
Para que las estrategias sean funcionales, es necesario que el estudiante las conozca, pero también sepa cómo y cuándo utilizarlas. Para ello, es necesario emplearlas en múltiples situaciones y niveles de aprendizaje. En las investigaciones realizadas, la mayor efectividad se da cuando a los estudiantes no solo se les enseña qué estrategias deben usar y cómo aplicarlas –conocimiento declarativo–, sino, también, cuándo y por qué usarlas –conocimiento procedimental y condicional–. Trabajar las estrategias no es un fin en sí mismo, es un medio para facilitar y mejorar el aprendizaje.
Si bien existen diferentes programas para trabajar estrategias cognitivas, nos parece más adecuado utilizarlas en la realización de las tareas de aprendizaje con base en el currículo y concretadas en la programación del aula. Es lo que David Perkins y Robert Swartz denominan “infusión curricular”. Solamente de esta manera cobran sentido y favorecen en los estudiantes un aprendizaje competencial y un uso flexible y eficaz de sus recursos cognitivos.
En los procesos que se describen se han tenido en cuenta las taxonomías que establecen diferentes niveles de conocimiento y de complejidad, tal como se describen en las diferentes taxonomías de Bloom, Solo-Biggs o Marzano.
También se han considerado la referencias de diferentes autores a los distintos niveles de procesamiento Craik y Lockhart (1972), Marton, Hounsell y Entwistle (1984) elaboración Mayer (1978) Pozo (1990) o de recuperación de la información Flavell (1979).
Se han integrado los aspectos donde se encuentran mayores coincidencias y los de aplicación más fácil para hacer accesibles los aprendizajes.
Aunque los diferentes elementos se han ordenado de los más simples y superficiales a los más elaborados, relacionados con un aprendizaje más profundo; en realidad, no se dan de manera lineal, sino poniendo en marcha simultáneamente varios procesos que
se van autoajustando en todo momento. Con esta forma de presentarlos se pretende únicamente simplificar su exposición y favorecer su comprensión.
Las líneas enmarcadas dentro del proyecto Zero de la universidad de Harvard con autores clásicos en el tema de las estrategias de pensamiento A. Housen, R. Nickerson, D. Perkins, S. Tishman, ofrecen muchos materiales e ideas de trabajo como las rutinas y habilidades de pensamiento. En el punto “Estrategias, metodologías y recursos “ de los apartados Selección de la información: Aprendiendo a mirar y Organizar y elaborar la información: De la información al conocimiento, se recogen algunas de sus propuestas.