2.A. Metodologías activas. Integración metodología / tecnología
1. Características de las metodologías activas
Desde el siglo XVIII, el aprendizaje se ha transmitido usando una metodología tradicional, basada en la memorización de todos los contenidos que el docente explica en clase y con escasa atención a la interacción con el alumnado, al que se le atribuye una función pasiva. La metodología tradicional está enfocada en los maestros y maestras, protagonistas de las clases como modelos a imitar. Otra de las características es un currículo rígido e igual para todos y para todas. La evaluación se dirige únicamente a los resultados y los contenidos trabajados, por regla general, son conceptuales.
Las metodologías activas se introducen a partir del siglo XIX con una adaptación del sistema educativo, haciéndolo flexible y adaptándolo a las características de cada individuo. El papel protagonista se inclina hacia cada alumno y cada alumna. El papel del docente es el de guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los contenidos se trabajan según los intereses, necesidades y capacidades de los alumnos y se dividen en conceptuales, procedimentales y actitudinales. Los libros no son el único recurso material, haciendo del aprendizaje una experiencia. Con estas metodologías, la evaluación va dirigida al proceso de aprendizaje. Las materias en el aula se entrelazan alrededor de una idea central, evitando que la programación educativa quede fragmentada.
La metodologías activas se basan en la teoría de Piaget que explica cómo se forman los conocimientos. El desarrollo cognitivo es una reorganización progresiva de los procesos mentales, como resultado de la maduración biológica y la experiencia ambiental.
Los objetivos que se pretenden conseguir, utilizando una metodología activa, se basan en hacer que los individuos:
- Se conviertan en los responsables de su propio aprendizaje, desarrollando habilidades de búsqueda, selección, análisis y evaluación de la información.
- Participen en actividades que les permitan intercambiar experiencias y opiniones con sus compañeros y compañeras.
- Lleven a cabo procesos de reflexión sobre lo que hacen, cómo lo hacen y qué resultados logran.
- Tengan conciencia de su entorno a través de actividades, como trabajos de proyectos o estudios de casos.
- Desarrollen aspectos como la autonomía, el pensamiento crítico, actitudes colaborativas, destrezas profesionales y capacidad de autoevaluación.
- Desarrollen la conciencia grupal y la reflexión individual y colectiva de la realidad cotidiana.
Para ello, se establecen objetivos basados en el rol activo de cada estudiante, de quien se espera que responsabilice de su proceso de aprendizaje. La referencia es que la función de profesoras y profesores consiste en guiar, motivar, ayudar, facilitar y dar herramientas a los discentes.
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Algunos ejemplos de metodologías activas son: el Aprendizaje por Proyectos, el Aprendizaje Basado en Problemas, el aprendizaje colaborativo y el Flipped Classroom.
Las metodologías activas son un marco estratégico para la enseñanza que orienta el aprendizaje, con unas características bien definidas y en el que se enmarcan diversas herramientas y procedimientos emergentes:
- El contexto que se diseña para el aprendizaje es entendido como un continuo entre las distintas áreas curriculares que busca romper la barreras de los espacios formales y no formales. En su planteamiento más ambicioso las propuestas didácticas invitan al trabajo conjunto entre distintos docentes y contemplan las posibilidades que ofrecen los tiempos y espacios extraescolares. De igual forma, se incorpora el territorio de la virtualidad como lugar de aprendizaje integrando la red y las herramientas de la comunicación.
- El protagonista es el aprendiz. Los escenarios de aprendizaje no son totalmente controlables por los docentes que juegan un papel distinto al de mero transmisor en el proceso. El papel del docente es un constante centro de interés que se refleja en la numerosa bibliografía que podemos encontrar, incluidos blogs y sitios web que tratan las metodologías activas y perfiles docentes.
- Busca la comprensión profunda del contenido tratado en sus propuestas. El marco que engloba las metodologías activas pone en primer plano de atención la adquisición de las competencias que podríamos englobar en el “aprender a aprender”. Esto tiene consecuencias directas en la búsqueda de soluciones estratégicas para facilitar el aprendizaje y medir los logros conseguidos por el alumnado, en relación a la capacidad de trabajo colaborativo, creatividad, pensamiento crítico, ejecutivo, inteligencia emocional y aprendizaje basado en procesos.
- La colaboración es el marco referencial para la estrategia basada en la metodologías activas. La discusión y búsqueda de recursos que centra la atención de los docentes, se asienta sobre el principio del aprendizaje cooperativo. Existe un gran movimiento de intercambio docente en torno a herramientas y experiencias girando alrededor a este principio que se descubre como un gran eje de estas metodologías.
- Trabaja con la realidad. Existe un esfuerzo importante para que el planteamiento didáctico conecte directamente con la experiencia cotidiana de cada aprendiz. La realidad que habitan es el escenario preferido para las situaciones de aprendizaje en todas las estrategias activas desde el planteamiento de problemas cotidianos, el trabajo con sus redes sociales o el uso de las aplicaciones y dispositivos móviles cercanos a alumnos y alumnas.
- Está orientado a la acción. Un referente deseable en el aprendizaje activo es la utilidad del mismo en la vida concreta del aprendiz. Orientar el proceso en torno a la realización de un producto final es un objetivo deseable en él mismo, lo que invita a que adquiera una lógica narrativa de la que adolecen otros enfoques de la enseñanza.