Implicación para los aprendizajes

1. Implicando la motivación

Duración: 2 minutos

Tal como vimos en el tema anterior, en el modelo propuesto se consideran varios elementos que son transversales y que están presentes en todos los momentos del aprendizaje.

La motivación es una variable de gran importancia en el aprendizaje. Al estudiar la motivación se ve claramente cómo los componentes afectivos y cognitivos son inseparables.

Desde la perspectiva docente nos parece especialmente útil el modelo que entiende la motivación como el conjunto de acciones que activan, inician, dirigen y mantienen la conducta orientada hacia una meta. (Ames, 1992, Tapia 1997, Urdan, 1997).

Imagen que muestra una flecha con la palabra motivación al principio y después vienen las palabras: activa, dirige, mantiene la atención y la palabra meta al final de la flecha

No hay motivación sin una meta. Por tanto, es necesario que en cualquier actividad de aula se haya establecido claramente la finalidad de la tarea y nos aseguremos de que el alumnado comparte el mismo objetivo. Pero eso no va a ser suficiente, cada alumno y alumna, en diferentes momentos de sus aprendizajes, pueden perseguir diferentes metas (A. Tapia 1997).

Imagen que muestra las distintas metas: a la evitación, al resultado y al aprendizaje

Cuando la meta va dirigida al aprendizaje, el estudiante está motivado a mantener el esfuerzo, buscar más información, elaborarla, etc. Con el deseo de sentirse competente en lo que esta aprendiendo.

Imagen que muestra la orientación al aprendizaje

Por otro lado, si la meta va dirigida al resultado, generalmente una buena calificación u obtener un premio, al estudiante no le interesa tanto lo que pueda aprender sino el “quedar bien”. Esta actitud aumenta en muchos casos la dedicación a las tareas, pero induce a utilizar estrategias de memorización simple o cualquier otra cosa que pueda garantizar un buen resultado, como copiar en exámenes, ejercicios de evaluación, etc. En esta posición, aprender no es la meta principal del estudiante.

Imagen orientación al resultado

Evitar el fracaso es la siguiente posición que vamos a considerar. Aquí el objetivo del estudiante no es ya “quedar bien”, sino, “no quedar mal“. El temor a quedar en evidencia en raras ocasiones animará a estudiar y sí generará sentimientos de obligación y rechazo. Lo que propiciará son estrategias para salir del paso y evitación, así como la valoración negativa de la tarea.

Orientación a la evitación del fracaso