2. Objetivo del IPC

Independientemente de los diferentes sistemas de IPC habidos en España, el objetivo fundamental de este indicador siempre ha sido el mismo:

Medir la evolución temporal del nivel de precios de los bienes y servicios de consumo que son adquiridos realmente por los hogares residentes en el territorio económico.

A partir de este objetivo principal preciso, el IPC posee múltiples usos que son independientes de él. Estas aplicaciones, generales en la mayoría de los países, se pueden resumir de la siguiente manera:

  • En el campo económico - se utiliza como deflactor en la Contabilidad Nacional, a través de los índices de las diferentes parcelas de consumo consideradas en el IPC. Asimismo, en este terreno se utiliza de forma coyuntural como estimación de la evolución de los precios y la inflación.
  • En el campo jurídico - se utiliza para actualizar y revisar los contratos de arrendamiento de inmuebles (bien a través del índice general o mediante el índice de la rúbrica Vivienda en alquiler), primas de seguro, etc.
  • En el campo social - se emplea directa o indirectamente en las negociaciones salariales, fijación de pensiones, etc.

Pese a la débil relación que tiene el objetivo principal del IPC con estos usos, el Instituto Nacional de Estadística las intenta tener en cuenta, en la medida de lo posible, a la hora de construir los Sistemas de Índices de Precios de Consumo.