6. Diseñando Actividades

Nos situamos en un modelo de evaluación Formadora, Auténtica, basada en evidencias, en la que el estudiante es el protagonista.

Una evaluación orientada a la autorregulación del estudiante. Un estudiante que actúa como protagonista activo y responsable de su aprendizaje.

Para que esto pueda tener lugar es necesario emplear metodologías situadas y activas, que generen oportunidades al estudiante de construir significados, desarrollar competencias y adueñarse de su proceso de aprendizaje, lo que implica adueñarse de su evaluación.

Veamos los tipos de actividades que debemos definir para que el estudiante pueda situarse de forma activa y responsable en el proceso de evaluación y para que tanto profesor como estudiantes, de forma dialéctica, valoren y tomen decisiones compartidas sobre los indicadores de logro de competencias, especificados en los Criterios de Evaluación y Estándares de aprendizaje.

En el Bloque 3 veremos las estrategias e instrumentos para realizarlas:

1. Actividades de Entrada

Las actividades de entradas tienen como objetivo implicar al estudiante en el aprendizaje, hacerse cargo de su aprendizaje, participando los objetivos y siendo consciente de los criterios que definirán el éxito. Es difícil jugar una partida a cualquier juego si no sabemos cuál es nuestra misión, las reglas del juego y cómo se gana.

En esta Fase de la Tarea debemos planificar actividades dirigidas a:

  1. Involucrar al estudiante en el proceso: presentándole la propuesta de trabajo de forma motivadora, cediéndole espacios para tomar decisiones sobre ella, vinculándola con sus intereses. Dándoles participación en la decisión de los productos que van a elaborar.
  2. Presentar los Criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje que van a intentar alcanzar. Es importante que tengan claro a dónde intentan llegar, sólo conociéndolo podrán analizar si avanzan correctamente y autorregularse si se desvían. Si vamos a realizar un viaje debemos conocer nuestro destino. Caminar hacia un destino que desconocemos dependiendo de que otro nos indique que paso hemos de dar, nos lleva a desresponsabilizarnos, a dejar en manos de otros la responsabilidad del éxito.
  3. Presentar/decidir la secuencia de trabajo que van a seguir y cómo van a trabajar. Cuando vamos a emprender un viaje decidimos la ruta que haremos, en que punto haremos paradas para comer, repostar, etc. Esto nos ayuda a conformar una idea global del trabajo y comenzar a hacerlo nuestro.

2. Evaluación diagnóstica

La evaluación diagnóstica, crea oportunidades para hacer visible lo que el estudiante ya conoce, para activar sus conocimientos previos, sus actitudes y opiniones acerca de lo que se va a trabajar.

Tomar como punto de arranque los conocimientos previos, permite al estudiante significar el nuevo contenido, crear una secuencia personal y situar el aprendizaje en un contexto personal, enlazado no sólo con conocimientos, sino también con actitudes y emociones, elementos clave del significado que otorgamos al aprendizaje y de la posición que adoptamos ante el mismo.

La evaluación diagnóstica también permite al estudiante intuir lo que no sabe y necesitaría conocer para resolver la Tarea, creando así el punto de arranque del aprendizaje desde la necesidad, en lugar de la obligación.

Cuando el docente conoce el punto de partida del estudiante, sus conceptos erróneos o incompletos, sus actitudes o emociones, puede ofrecerle una ayuda didáctica más ajustada y puede negociar con ellos significados y estrategias para avanzar.

Las actividades de evaluación diagnóstica se sitúan al inicio de una tarea. También es interesante utilizarlas al inicio de una sesión, para conocer en qué punto nos situamos y recapitular aprendizajes anteriores.

3. Actividades de Autoevaluación

 autoevalaución

Las actividades de Autoevaluación tiene como objetivo crear oportunidades para que el estudiante analice su trabajo y tome los errores como elementos a partir de los que construir y reorientar tanto su proceso de trabajo como los significados y procesos que está realizando. Reflexionar sobre como está trabajando y como avanza su creación. Sólo desde el análisis de errores y avances puede decidir cómo continuar, reforzar lo que está bien y rectificar lo que va mal.

La autoevaluación le permite autorregular su aprendizaje, adquiriendo autonomía y responsabilidad como “aprendiente”.

El estudiante como evaluador aprende a comprender y a dirigir su proceso de aprendizaje. Podemos hablar de responsabilidad compartida entre estudiantes y docente, en el marco de un proceso de colaboración

Fetterman, Kafyarian y Wandersma (1996) resaltan la capacidad para el empowerment. Es decir, reconocer los beneficios de la autoevaluación para el desarrollo de habilidades que permiten a las personas mejorar por sí mismas sus actuaciones. A medida que el estudiante aprende a autoevaluarse también aprende a autorregularse.

La autoevaluación atiende a:

  • Los contenidos implicados en la competencia que estamos desarrollando y tendiendo tanto a conceptos, como a procedimientos y actitudes y valores.
  • El proceso de trabajo que está siguiendo el estudiante, tanto en su trabajo individual como en su trabajo en grupo.
  • Las Competencias implicadas en la tarea y observables a través de los indicadores (Estándares de aprendizaje).

Las actividades de autoevaluación se sitúan a lo largo del proceso, en momentos de la tarea que requieren la revisión del trabajo realizado y que pueden ofrecer al estudiante la oportunidad de revisar su  trabajo y reajustarlo antes de pasar a una nueva dificultad.

Para Herrera (2001) “la autoevaluación es una forma de evaluación compartida entre el profesor y el alumno, donde el esfuerzo concertado entre las partes, se erige como garante de la más clara objetividad”.

4. Actividades de Metacognición

 

La metacognición es la habilidad que nos permite tomar conciencia de nuestro propio proceso de pensamiento, examinarlo y contrastarlo con el de otros, realizar autoevaluaciones y autorregulaciones. Es un “diálogo interno” que nos induce a reflexionar sobre lo que hacemos, cómo lo hacemos, y por qué lo hacemos.

Para que el estudiante pueda poner en marcha medidas de autorregulación, necesita conocer cómo aprende, qué le permite aprender mejor, cuáles son sus puntos fuertes y débiles.

Conocer sus fortalezas y debilidades y su particular forma de aprender, le permitirá tomar decisiones sobre la mejor manera de abordar el trabajo de aprendizaje.

5. Actividades de evaluación entre pares

Evaluación entre pares 

La evaluación entre pares permite que los estudiantes analicen el trabajo de sus compañeros, ofreciéndoles indicaciones para reorientarlas. Este proceso tiene importantes aportes:

  • Los estudiantes realizan operaciones de análisis y valoración que requieren la activación de conocimientos y estrategias cognitivas de alto nivel.
  • Los estudiantes reciben un feedback de iguales, con alto nivel de significado para ellos.
  • Al analizar el trabajo de los compañeros, se exponen a nuevas maneras de abordar el contenido, de plantear el trabajo, a nuevas soluciones e ideas que redundan en un enriquecimiento de su trabajo.
  • Favorece la cooperación entre iguales.

La evaluación entre pares puede atender a tres categorías:

  • La actividad intragrupo: el grupo valora la dinámica de trabajo que está siguiendo como grupo, sus logros y necesidades de mejora, valora el trabajo de todos sus componentes.
  • La actividad intergrupos: Cada grupo analiza el trabajo de otro grupo o grupos y se ofrecen propuestas de autorregulación. Se resaltan los aspectos positivos y los aspectos a mejorar. Cada grupo obtiene del análisis realizado ideas de mejora para reorientar y enriquecer su trabajo.
  • La actividad individual: un compañero evalúa a otro compañero.

Las actividades de evaluación entre pares se sitúan a lo largo del proceso, su finalidad es revisar el trabajo y ofrecer medidas de regulación.

La evalaución entre pares puede atender a los siguientes aspectos:

  • Los contenidos.
  • La dinámica de colaboración.
  • Las estrategias de trabajo y el reparto de roles.
  • La relación entre compañeros.
  • Las competencias.

6. Hetero evalaución

heteroevaluación

La evaluación realizada por los docentes, es interesante que participen otras personas que han participado en la tarea.

Se realiza a lo largo de la tarea, utilizando diferentes estrategias e instrumentos, como veremos en el Bloque 3. Su finalidad es reajustar el proceso didáctico. Para hacerlo es importante la toma de decisiones dialogada con los estudiantes a partir de las conclusiones que ellos han obtenido en las actividades de autoevaluación y evaluación entre pares.

Ofrecer el feedback ajustado, puntualmente a lo largo de la tarea, ayuda al estudiante a reorientar su trabajo, reflexionar sobre errores y reforzar los aspectos positivos de su trabajo.