4. ¿En qué piensan los niños cuando leen?

4.1. Lectura: Dídola Pídola Pon

En la novelita de Sendak Dídola Pídola Pon, la perrita protagonista va en busca de experiencia para poder convertirse en la primera dama del Teatro Mundial de Mamá Oca. Actuar en ella solo tiene un requisito: experiencia.

“Quiero ser la primera dama del Teatro Mundial de Mamá Oca”, dice la perrita Jennie al cerdo que lleva el anuncio de que están buscando actores.

-Me alegra saberlo –dijo el cerdo–. ¿Tiene…?

-Lo tengo todo -interrumpió Jennie, limpiándose el huevo de los bigotes y señalando la bolsa de cuero negro con hebillas de oro.

-¿También experiencia?

Jennie olfateó un sandwich de foie-gras y cebolla sobre pan blanco. -¿Experiencia? No sé lo que es -contestó.

El cerdito sacudió la cabeza tristemente.

-Para ser primera dama del Teatro Mundial de Mamá Oca hay que tener experiencia.

- ¿Cuánto tiempo tengo para conseguirla? -preguntó Jennie, sacando cuidadosamente la lechuga de un sándwich de pavo, bacon y mayonesa.

-Hasta la primera noche de luna llena.

Los dos miraron al cielo. La luna estaba casi llena.

-No me dará tiempo -dijo Jennie.

-Si lo consigue –dijo el cerdito–, no nos llame -dijo el cerdito–. Ya la llamaremos nosotros -y despareció tan deprisa que Jennie apenas tuvo tiempo de agarrar el último sándwich. Salchichón. Lo que más le gustaba.

Por si no conocéis Dídola Pídola Pon (y os recomiendo que lo busquéis en bibliotecas), no lo destriparé todo, pero adelanto que tiene un final feliz.

Pero la razón por la que he elegido leerlo es para lanzar la pregunta: ¿No es esto lo que transmitimos a menudo a los niños? Les decimos: “No puedes pensar en serio en las cosas, no puedes participar en esta conversación porque aún te falta experiencia. Espera a que acumules más y entonces podrás ser interlocutor, podrás ser actor del teatro de la vida. Pero espera, todavía no, no te toca".

Aplicado a la literatura, les decimos: "Hasta que aprendas y adquieras experiencia (experiencia de vida y experiencia lectora), asumiremos que te comportarás de una determinada manera en la lectura, que reaccionarás de una determinada manera, que la lectura te afectará de una determinada manera". Y listo.

Y, sin embargo, hay libros, incluso para prelectores y prehablantes, que prestan atención y representan como importante la experiencia específica que tienen los niños por su pertenencia a la categoría de niños y en su relación con personas externas a esa categoría -los adultos-, una relación y una experiencia mediada siempre por las distintas actitudes hacia lo que es un niño, lo que es la infancia y la responsabilidad del adulto frente a lo que se entiende que “debe” ser el niño cuando deje de serlo. No le habla al niño de lo que debe aspirar a ser, sino de su posible experiencia de vida actual y de cómo pueden ser los demás dentro de esa experiencia de vida.