2. ¿Por dónde empezamos?

La lectura se expande, se diversifica, transita nuevos derroteros y se abre a nuevas propuestas en el entorno digital. Explorar estas nuevas fórmulas es el objetivo primordial de este curso, con el fin de articular un espacio de trabajo innovador y participativo en torno a los materiales de lectura digitales para niños en las primeras edades.

Un espacio en el que comprobar cómo la oferta de contenidos digitales enriquece las opciones de lectura y de expresión de los niños, y cómo estos contenidos son nuevas y complementarias formas de acercar historias, de proporcionar conocimientos y de desarrollar competencias y destrezas para la formación de lectores del siglo XXI. Pero un espacio también en el que trazar las relaciones y vínculos con la lectura en papel de cara a entender mejor y estar mejor preparados para afrontar estos nuevos caminos abiertos.

Una propuesta, en definitiva, en la que se pondrá el foco en los cambios que han experimentado y siguen experimentando la lectura y los lectores, en la calidad y el valor de la lectura en papel y en pantalla, en cómo buscar y escoger de forma eficaz, sensata y, sobre todo, crítica en el conjunto de la oferta, aplicable tanto a la lectura digital como a la impresa.

El reto como mediadores (padres, madres, maestros, bibliotecarios, animadores socioculturales…) es contribuir a sentar las bases de la formación de lectores competentes, que desde las primeras edades conocen y se mueven entre todo tipo de textos, acostumbrados a leer en distintos formatos, a surcar diferentes vías y canales; lectores que se preparan para saltar de uno a otro soporte cuando la lectura lo precise para, en un futuro, ser capaces de descifrar todo tipo de códigos, de comprender los mensajes que transmiten, de enjuiciarlos y ser críticos con ellos.

Ciertamente, esta eclosión de pantallas en el día a día de los más pequeños puede vivirse con cierto vértigo y desconcierto en la familia, en la escuela, en la biblioteca y en cualquier otro ámbito vinculado a la primera infancia. Por ello, se hace necesaria una orientación que permita explorar con confianza este nuevo universo digital de lecturas y vincularlo con la realidad analógica de los más pequeños.