1. Implicando la motivación

1.2. Implicaciones educativas

Duración: 4 minutos 8 segundos

A continuación tienes algunas de las implicaciones educativas que tratan de responde a ¿cómo voy a motivar e implicar a mi alumnado en las actividades de aprendizaje?

Un guion a seguir, para aumentar el interés y la motivación es el que te proponemos a continuación.

  • Un primer elemento es el de activar la curiosidad. Dando información sorprendente y siempre plantear preguntas e interrogantes. Por ejemplo, para introducir el estudio de áreas y superficies, podemos plantear la pregunta de ¿cuanta pintura necesitaría para pintar una pared? ¿Qué necesitaría saber para calcular la superficie a pintar…? . Al introducir el tema de la conductibilidad del calor podemos lanzar la cuestión. Cuando tenemos frio nos ponemos un jersey de lana. ¿Por qué?... entonces… ¿La lana calienta…? 
    Imagen sobre la curiosidad
  • Otro punto a tener en cuenta es el de destacar la utilidad de lo que estamos aprendiendo para resolver problemas o entender situaciones de la vida diaria. En lo posible vinculándolos con sus experiencias y poniendo en evidencia la insuficiencia de los conocimientos manejados para encontrar soluciones.
    Imagen conciencia del problema
  • Siempre hay que procurar que la actividad suponga un desafío accesible para el alumnado. Que los retos se presenten como alcanzables y con posibilidades de superarlos. 
    Imagen desafío

Nada mantiene tanto el esfuerzo y la perseverancia en la tarea como la expectativa de superar retos y la experiencia de éxito. El papel del profesorado como guía y mediador para facilitar la comprensión es fundamental e irreemplazable en cualquier aprendizaje.

En este sentido la mejor herramienta que disponemos, son los mensajes que damos a los alumnos antes, durante y después de la realización de cualquier tarea.

  • Antes: activando y centrando la atención en la tarea e indicando los pasos a seguir.
  • Durante: dirigiendo la actividad y facilitando pistas, reconduciendo la atención a la tarea principal y comunicando confianza.
  • Después: centrando la atención en lo que se ha aprendido, en cómo se ha aprendido.

Imagen antes, durante y después
A pesar de todo, no podemos esperar que todos los aprendizajes escolares puedan ser motivadores para todos los alumnos en todo momento. En ocasiones, tendremos que utilizar de modo transitorio algún sistema de refuerzos extrínsecos a los aprendizajes.

Especialmente en tareas inicialmente complejas o que requieran unos conocimientos previos que necesariamente tengan que utilizar. O con alumnado con dificultades de aprendizaje o con bajo interés inicial.

Una excelente herramienta es la gamificación. Aunque sus utilidades vayan mucho mas allá de ser un simple refuerzo para alumnado con poco interés. La gamificación no es algo nuevo en la escuela, supone incorporar cierta lógica presente en los juegos a los aprendizajes curriculares.

Infografía cómo aplicar en el aula el aprendizaje basado en juegos

Definir claramente lo que se debe aprender, establecer retos específicos con un sistema claro de cómo y cuando se superan marcar niveles de dificultad creciente, resolviendo tareas individualmente como en equipo.

Recordemos algunas cuestiones. Se favorece la Motivación, Implicación y perseverancia en los aprendizajes si…

  • Se marca claramente el propósito de la actividad.
  • Se realiza sobre problemas relevantes.
  • La atención se focaliza en el proceso.
  • Se establecen objetivos “alcanzables” pero exigentes.
  • La tarea se apoya en un guion y los pasos a seguir.
  • Si facilita retroalimentación desde los primeros momentos .
  • Se tiene cierta capacidad de elección.
  • Se incorporan elementos de gamificación.
  • Los componentes afectivos tienen un gran peso en la motivación, las expectativas de éxito o fracaso van a modular entre otras variables la implicación y el esfuerzo necesario para aprender.

En el siguiente apartado veremos el papel de la atención, elemento imprescindible en cualquier aprendizaje activo.