El I.P.C. (Índice de Precios al Consumo)

Sitio: Aula Virtual de Formación en línea (ISMIE)
Curso: (C23) El INE.es como herramienta educativa
Libro: El I.P.C. (Índice de Precios al Consumo)
Imprimido por: Invitado
Día: sábado, 27 de abril de 2024, 10:01

Descripción

El I.P.C. (Índice de Precios al Consumo)

1. Introducción

Como se ha indicado en el tema anterior, existen dos clasificaciones de los índices, atendiendo a la situación que se compare (índices temporales y espaciales) y según la variable de estudio (índices de precios, cantidad y valor).

En este tema se tratarán los índices temporales de precios, es decir, aquellos que comparan niveles de precios en dos situaciones distintas del tiempo. Estos índices de precios pueden definirse desde un doble punto de vista:

tanto desde el punto de vista de la demanda (índices de precios de consumo) como de la oferta (índices de precios del productor).

Índices de precios de consumo - su construcción se lleva a cabo desde el punto de vista de la demanda. Entre ellos, podemos destacar el Índice de Precios de Consumo (IPC), el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) y el Índice de Precios de Vivienda (IPV), que miden la evolución en el tiempo de los precios de los productos destinados al consumo de los hogares.

Índices de precios del producto - su construcción se lleva a cabo desde el punto de vista de la oferta. Entre ellos, trataremos más adelante: el Índice de Precios Industriales (IPRI), los Índices de Precios Industriales de Exportación e Importación (IPRIX-IPRIM) y los Índices de Precios de Servicios (IPS), que miden la evolución en el tiempo de los precios de los productos en la primera etapa de su comercialización.

2. Objetivo del IPC

Independientemente de los diferentes sistemas de IPC habidos en España, el objetivo fundamental de este indicador siempre ha sido el mismo:

Medir la evolución temporal del nivel de precios de los bienes y servicios de consumo que son adquiridos realmente por los hogares residentes en el territorio económico.

A partir de este objetivo principal preciso, el IPC posee múltiples usos que son independientes de él. Estas aplicaciones, generales en la mayoría de los países, se pueden resumir de la siguiente manera:

  • En el campo económico - se utiliza como deflactor en la Contabilidad Nacional, a través de los índices de las diferentes parcelas de consumo consideradas en el IPC. Asimismo, en este terreno se utiliza de forma coyuntural como estimación de la evolución de los precios y la inflación.
  • En el campo jurídico - se utiliza para actualizar y revisar los contratos de arrendamiento de inmuebles (bien a través del índice general o mediante el índice de la rúbrica Vivienda en alquiler), primas de seguro, etc.
  • En el campo social - se emplea directa o indirectamente en las negociaciones salariales, fijación de pensiones, etc.

Pese a la débil relación que tiene el objetivo principal del IPC con estos usos, el Instituto Nacional de Estadística las intenta tener en cuenta, en la medida de lo posible, a la hora de construir los Sistemas de Índices de Precios de Consumo.

2.1. Confusiones frecuentes con el IPC

  • El IPC NO intenta medir ni conocer el nivel de precios de una determinada economía - este índice pretende sólo medir su evolución a lo largo del tiempo. Es decir, su finalidad no es medir cuánto cuesta un kilo de patatas o el litro de gasolina o un corte de pelo, sino cómo evolucionan los precios de estos artículos.
  • NO forman parte del índice los bienes de inversión o de consumo intermedio que no son adquiridas directamente por los hogares - como hemos dicho el IPC solamente incluye bienes y servicios finales adquiridos por los hogares.
  • NO se incluyen las actividades de autoconsumo, autosuministro o cualquier otro tipo de estimación - sólo se incluyen bienes comprados por los consumidores.
  • El IPC NO es un índice de lo que cuesta vivir, o un índice de gastos - "lo que cuesta la vida" es un concepto que vendrá medido por dos variables: el nivel de vida (o hábitos de consumo) y los precios. Distingamos los efectos que tienen uno y otro:

El nivel de vida de una persona, o un conjunto de ellas, viene definido en cada momento por la estructura de consumo que elige dicha persona para satisfacer sus necesidades, de acuerdo con los medios de que dispone: adquiriendo determinados artículos en unas cantidades concretas. Factores ajenos a los precios pueden hacer variar los hábitos de consumo (por ejemplo: quedarse sin empleo, jubilarse, ascender en el trabajo, recibir una herencia, un cambio en su situación familiar, etc). Estos factores harán que el consumidor coma otros alimentos, vista de otra forma, ocupe su ocio de manera diferente, en fin, dé a su dinero un destino distinto y en cantidades distintas. Estas situaciones, por lo tanto, producen un cambio en el nivel de vida y, sin necesidad de que se alteren los precios, cambios en los gastos del consumidor.

Una variación en los precios también conlleva una variación en los gastos, incluso manteniendo el mismo nivel de vida en dos períodos diferentes. Lógicamente, al variar los precios, el consumidor reordenará su presupuesto de nuevo, acomodándose a la nueva estructura de precios.

El IPC sólo mide los cambios experimentados por la segunda variable, los precios, y no por la primera, el nivel de vida. Esto hizo que para evitar confusiones entre el concepto coste de la vida y lo que cuesta vivir se recomendase que los tradicionalmente llamados Índices de Coste de la Vida cambiaran su denominación por la de Índices de Precios de Consumo.

  • El IPC NO mide sólo el valor de una cesta de consumo compuesta por bienes de compra diaria o frecuente – la cesta de la compra del IPC está formada por el conjunto de bienes y servicios representativos del consumo total y la importancia que cada uno de ellos tiene en dicho consumo, es decir, sus ponderaciones. Por lo tanto, esta cesta de la compra es mucho más amplia que la cesta de la compra que realizamos periódicamente en el mercado, pues en ella, junto con los artículos de consumo diario o frecuente - pan, fruta, leche, patatas o el billete del autobús -, caben otros consumidos a más largo plazo: ropa, recibos de luz, teléfono, entradas al cine o teatro, electrodomésticos, automóviles, reparaciones, servicios de enseñanza, financieros, etc.
  • El índice NO mide una situación individual sino conjunta - no puede pedirse al IPC que refleje perfectamente nuestro perfil particular, tendencia que todos tenemos y que nos lleva a criticar y dudar de los resultados basándonos únicamente en nuestra experiencia personal.
  • El índice es un indicador temporal que refleja la evolución del nivel de precios a lo largo de los meses, pero NO es un indicador espacial que relacione unas zonas geográficas con otras, con el fin de sacar conclusiones, a primera vista, sobre qué provincia es más o menos cara, o en qué comunidad autónoma se vive más o menos barato.

Por último, tenemos que recordar que el IPC posee su propia metodología: períodos de referencia, ponderaciones, fórmulas, tratamientos, muestras, frecuencia de recogida de información, de acuerdo con los objetivos que persiguen, cuyos resultados pueden ser distintos de los de otros indicadores que, al tener objetivos diferentes se basan en otras metodologías. A este respecto, es necesario dejar claro que, salvo las fórmulas empleadas para obtener índices de precios de consumo agregados -que no son sino medias ponderadas de cocientes de precios-, en el cálculo del índice no intervienen artificios matemáticos ni complicados modelos econométricos, tan sólo los 200.000 precios mensuales correspondientes a 484 agregados elementales representativos de todo el consumo, proporcionados por una muestra de unos 30.000 establecimientos distribuidos en 140 municipios de España, detalles todos éstos que se irán describiendo más adelante.

3. Encuesta de Presupuestos familiares

Las encuestas de presupuestos suministran información sobre los gastos e ingresos de los hogares según características económicas y sociales a diferentes niveles de desagregación geográfica, por lo que constituyen la fuente básica -aunque no única- para obtener la información referente a la estructura de consumo del índice, que se materializa en: uno, artículos (bienes y servicios) representativos del consumo total y, dos, ponderaciones de estos artículos.

No obstante, estas encuestas no se realizan con el fin exclusivo de proporcionar la información necesaria para establecer sistemas de índices de precios, sino que persiguen otros objetivos, como son:

  1. Facilitar la estimación del consumo privado por funciones, elaborado por la contabilidad nacional.
  2. Conocer la estructura de los gastos e ingresos de los hogares.
  3. Establecer relaciones entre los datos de gasto y renta de los hogares, con diversas características geográficas, económicas, familiares y sociales.
  4. Posibilitar análisis específicos en determinados campos sociales.

3.1. La cesta de la compra y ponderaciones

El actual sistema de IPC en España utiliza la Encuesta de Presupuestos Familiares, encuesta de periodicidad anual implantada en el año 2006, que investiga aproximadamente 24.000 hogares al año. 

Los gastos de consumo se clasifican en la EPF en 270 parcelas, basándose en una nomenclatura armonizada internacionalmente (denominada COICOP).

De estas parcelas se eliminan aquellas partidas que no forman parte del campo de consumo del IPC, como pueden ser intereses, préstamos hipotecarios o transferencias a otras familias, entre otras. Una vez suprimidas dichas parcelas, se seleccionan aquellas con mayor representatividad (todas las que superan el 0,03% del gasto total) y el resto se agregan a otras similares seleccionadas como representativas o bien se distribuye su ponderación entre las restantes. 

Con este criterio, las parcelas de gasto de la EPF se agrupan en parcelas de consumo IPC, para cada una de las cuales se eligen uno o más artículos - o agregados elementales, según la terminología internacional - que representan con la evolución de sus precios la de todos los artículos que componen la parcela.

Como se desprende de lo anterior, la obtención de estas parcelas de consumo se basa casi exclusivamente en el gasto efectuado por los hogares, sin embargo, la selección de los artículos testigos de cada parcela se realiza de acuerdo con otras normas generales de selección, como son:

  • La evolución de precios prevista para cada artículo seleccionado ha de ser similar a la del resto de los artículos incluidos en la parcela que representa.
  • Han de ser artículos consumidos por la población de forma habitual.
  • Deben ofrecer garantías de permanencia en el mercado.
  • La observación de sus precios no debe plantear dificultades extremas que hagan imposible la obtención de series continuas.

El número de agregados elementales o artículos seleccionados para el IPC, base 2011, es de 489 y constituyen la denominada cesta de la compra. Los agregados elementales se agrupan  en subclases (esta desagregación es la mínima para la que se facilita información), las subclases en clases, éstas en subgrupos y, por último, los subgrupos en grupos (además de este proceso de agregación, estos artículos se clasifican en cincuenta y siete rúbricas de consumo y 28 agregaciones especiales).

También las ponderaciones de los agregados elementales se obtienen a partir de la información que proporciona esta encuesta. Su método de obtención se describirá en el apartado correspondiente.

4. Características del IPC

Antes de continuar, debemos de aclarar ciertos aspectos y elementos que configuran el Sistema de IPC, Base 2011:

1. Debemos saber diferenciar el periodo base, el periodo de referencia de las ponderaciones y periodo de referencia de los precios:

    • El período base - se define como aquél cuyos precios sirven de referencia para medir la evolución de los mismos durante el periodo de vigencia del sistema. Es el punto de partida desde el que empieza a medirse la evolución del índice; por ello, la media aritmética de los índices mensuales del año base se ha hecho igual a 100 (el período base del sistema actual es el año 2011.
    • El período de referencia de las ponderaciones - es aquel al que están referidas las ponderaciones que sirven de estructura del sistema. Estas ponderaciones se realizan a partir de los datos provenientes de la EPF correspondiente a dos años anteriores, actualizadas a partir de la información obtenida posteriormente sobre la evolución de precios y cantidades, procedente del IPC y otras fuentes. Así pues, el período de referencia de las ponderaciones es diciembre del año anterior al considerado.
    • El período de referencia de los precios - es el período con cuyos precios se comparan los precios corrientes, es decir, el período elegido para el cálculo de los índices elementales. Este periodo varía cada año, por lo que se enlaza con es el mes de diciembre del año inmediatamente anterior al considerado.

2. La población del índice o estrato de referencia - es el grupo de población cuya estructura de gastos de consumo sirve de base para la selección de los artículos representativos y el cálculo de las ponderaciones de los mismos. En el IPC 2011, el estrato de referencia del índice incluye toda la población que reside en viviendas familiares en España (tanto ricos como pobres, urbanos como rurales); se excluyen por tanto los gastos de las personas que residen en hogares colectivos o instituciones (conventos, residencias de ancianos, prisiones, etc.) y los gastos de los no residentes.

Es importante considerar a toda la población, como hemos destacado, pues los fines para los que se utiliza el índice son cada vez más amplios y no se limitan con precisión a ningún segmento de la población.

3. La desagregación geográfica - en el IPC base 2011, al igual que en bases anteriores, se calculan índices para las diecisiete comunidades autónomas, las cincuenta provincias, Ceuta y Melilla.

4. El campo de consumo - esta formado por todos los bienes y servicios que los hogares del estrato de referencia destinan al consumo. Por tanto, quedan excluidos aquellos que suponen gastos en inversión. En el concepto expuesto quedan excluidos los gastos ficticios e imputados (autosuministros, autoconsumos, alquileres imputados y gastos subvencionados por las administraciones públicas). Tampoco forman parte del campo de consumo algunos impuestos, no considerados consumo desde el punto de vista de la EPF, ni otros gastos, como los destinados a loterías y juegos de azar.

5. La fórmula utilizada - es la del índice de precios Laspeyres encadenado, caracterizada por que la estructura de consumo se actualiza anualmente para los grandes niveles de desagregación. Esta información se obtiene de la EPF cada año.

 

4.1. Selección de la muestra

Como en la mayoría de los países de la Unión Europea (UE), el diseño de la muestra de los precios que intervienen en el cálculo del IPC es intencional y por tanto se trata de un diseño no probabilístico, dadas las características de la población objeto de estudio.

Para obtener indicadores significativos en todos los niveles de desagregación funcional y geográfica para los que se publica el IPC, se estructura el proceso de selección de la muestra en tres grandes apartados, cada uno de los cuales tiene como objetivo la selección de los diferentes componentes de la misma.

  • Selección de municipios

La selección de los municipios que forman parte del Sistema de IPC se realiza atendiendo tanto a criterios demográficos como a su representatividad geográfica. Los datos oficiales de población que se han utilizado para realizar la selección de municipios son los obtenidos de la revisión del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2010.

El criterio de cobertura geográfica se basa, principalmente, en la población del conjunto de municipios seleccionados. De esta forma, los municipios seleccionados deben cubrir el 30% de la población de la provincia y el 50% de la población de la comunidad autónoma. Con este criterio se van seleccionando los municipios por tamaño hasta cumplir el requisito, sin tener en cuenta la distribución geográfica de los mismos dentro de la provincia.

A éste criterio general, hay que unir tres premisas:

  1. Representatividad geográfica: es importante que los municipios de la muestra estén repartidos por toda la provincia, evitando la concentración en determinados focos de población.
  2. Representatividad poblacional: se hace especial hincapié en la representatividad de los municipios pequeños; en bases anteriores, cuando el criterio de selección era exclusivamente poblacional, quedaba excluida de la muestra parte de la población residente en municipios de menor tamaño.
  3. Representatividad de la cesta: todos los municipios deben contener artículos de todos los grupos; para ello se ha elaborado una cesta reducida, a partir de la cesta total, en la que se han incluido artículos de consumo básicos. Con ello, se aumenta considerablemente la representatividad del IPC.

Así, la muestra de municipios obtenida con los criterios antes citados consta de 177 (las 52 capitales de provincia y 125 municipios no capitales), 33 de los cuales tiene menos de 50.000 habitantes.

En 97 de estos 177 municipios se recogen precios de toda la cesta de artículos, en 44 se recogen precios de toda la cesta de Alimentación y parte del resto de la cesta y en los 36 restantes se recogen precios de una parte reducida de la cesta (compuesta por el 48% de los artículos de recogida provincial).

4.2. Selección de zonas comerciales y establecimientos

Para la selección del número de establecimientos se utiliza como punto de partida la muestra establecida en Sistemas de IPC anteriores, y se estudia la red existente de establecimientos disponibles en cada provincia, prestando especial atención a los distintos tipos y características de dichos establecimientos. Además, se tiene siempre en cuenta la representación de la realidad comercial y la evolución de los precios en todos los ámbitos.

En este proceso de selección de las zonas comerciales y los establecimientos es fundamental la participación del personal de las delegaciones provinciales del INE, ya que son los máximos conocedores de las relaciones comerciales en su provincia.

Como criterio general, el número de establecimientos que mensualmente informan de los precios de un artículo se calcula en función de la ponderación del artículo en el índice y de la variabilidad de sus precios: cuanta más ponderación y/o variabilidad de precios, mayor número de establecimientos se deben seleccionar.

También se debe tener en cuenta a la hora de realizar estos cálculos el coste de recogida implicado en el proceso.

Además, para el cálculo del número de establecimientos, se establece un número mínimo para cada artículo en cada provincia, dependiendo del tipo de artículo y del tipo de recogida del mismo. Y para la selección de los tipos de establecimiento, se tiene en cuenta la distribución de los porcentajes de ventas por tipo de establecimiento (hipermercados, supermercados, mercados y tiendas especializadas), dependiendo de cada artículo.

En la definición de las zonas comerciales, se parte de la hipótesis de que la población que compra en dicha zona comercial tiene un comportamiento y unos hábitos homogéneos en lo que al consumo se refiere. Estas zonas comerciales se delimitan con la ayuda de las delegaciones provinciales.

Para los artículos perecederos de alimentación se definen tres tipos de áreas comerciales, atendiendo al tamaño del municipio y al número de establecimientos susceptibles de ser seleccionados para los distintos tipos de artículos considerados.

Para el resto de artículos, aunque no se ha efectuado la delimitación estricta de las zonas comerciales, la selección de establecimientos se hace cumpliendo el objetivo de representatividad: la muestra de establecimientos debe representar, con la evolución de los precios de los artículos que en ellos se venden, a todos los establecimientos de la localidad.

Partiendo de las premisas anteriores, se lleva a cabo la selección de los establecimientos informantes, de modo que se cumplan las siguientes normas básicas:

  1. En la muestra deben estar representadas todas las zonas comerciales y los distintos tipos de establecimientos que existen.
  2. Los establecimientos deben de ser los más frecuentes y los de mayor afluencia de público en la localidad, y/o los de mayor volumen de venta.
  3. Los establecimientos deben de ser representativos del tipo de artículo del cual se recoge información.
  4. En cada establecimiento no se puede recoger, en el mismo día, más de un precio del mismo artículo.
  5. Un establecimiento no debe concentrar un número importante de observaciones de precios de diferentes artículos. Se intenta evitar con esto que la política de precios de un solo establecimiento pueda condicionar la evolución del índice.
  6. No forman parte de la muestra los establecimientos de acceso restringido a un sector de la población como cooperativas, economatos o establecimientos similares. Tampoco se considera la venta ambulante ni la venta a domicilio.
  7. Los establecimientos seleccionados han de ofrecer suficientes garantías de continuidad en la venta de artículos de los cuales se recogen precios, ya que esta muestra permanecerá fija a lo largo del tiempo, salvo que se produzca el cierre, el cambio de actividad, la pérdida de representatividad en lo que al consumo se refiere o se deje de comercializar el artículo del cual se recogían precios. En estos casos, el establecimiento será sustituido por otro que cumpla los requisitos necesarios para pertenecer a la muestra.

Todos estos criterios están supeditados a otros aspectos, como son los costes de recogida, la disposición del informante a colaborar y la fiabilidad de los datos suministrados.

En el IPC base 2011 se recogen precios en aproximadamente 33.000 establecimientos, repartidos por todo el territorio nacional.

4.3. Selección de artículos

Para seleccionar los artículos representativos de las parcelas de gasto de la EPF se consultan diferentes organismos, asociaciones de empresarios, fabricantes, comerciantes y establecimientos, los cuales facilitan información sobre aquellos artículos que mejor representan las distintas parcelas, de acuerdo con los siguientes criterios de selección:

  1. La evolución de los precios de los artículos seleccionados debe de ser similar a la del resto de los artículos de la parcela a la que representan.
  2. Los artículos deben de ser los consumidos habitualmente por la población.
  3. Deben de tener precios que sean fácilmente observables.
  4. Deben ofrecer garantías razonables de permanencia en el mercado.

Así, en el IPC base 2011, la cesta de la compra está compuesta por 489 artículos.

Una vez seleccionados los artículos es importante determinar las especificaciones que los definen. La elaboración de estas especificaciones permite la comparación a lo largo del tiempo de artículos iguales o de calidad equivalente, a fin de medir variaciones reales de precios y no motivadas por la diferente calidad de los artículos. Por ello, para cada artículo se deben especificar los factores determinantes de sus precios, entre los cuales se encuentran, por ejemplo: la unidad de medida, el tipo de envasado, la talla, la composición, la forma o las dimensiones.

Para determinar las características de cada artículo y, por tanto, las especificaciones, se obtiene información de numerosos organismos, asociaciones profesionales y empresas; de esta forma se elaboran unas especificaciones generales que posteriormente se adaptan, en cada provincia, a los productos concretos seleccionados en cada establecimiento. Así, cuando se lleva a cabo la recogida de la información por parte de los agentes, los artículos están identificados de manera detallada y unívoca.

En las ocasiones en las que es necesario realizar un cambio de producto, las delegaciones provinciales deben indicar la especificación detallada del nuevo producto seleccionado como sustituto del anterior; lo que permitirá el cálculo de un coeficiente de enlace que asegure variaciones en el índice motivadas exclusivamente por cambios de precios y no por modificaciones en las características del artículo.

Con la muestra así seleccionada, el número de precios procesados mensualmente en el IPC, base 2011, es aproximadamente de 220.000.

5. Ponderaciones

Las ponderaciones que intervienen en el cálculo de los índices agregados provienen de la EPF (Encuesta de Presupuestos Familiares). Esta encuesta proporciona estimaciones del gasto en productos de consumo realizado por los hogares residentes en viviendas familiares en España.

Para el cálculo de las ponderaciones de los artículos que componen la cesta de la compra del IPC, base 2011, ha sido necesaria la desagregación de estas parcelas para obtener información más detallada. Para ello, se ha contado con la colaboración de diferentes organismos, asociaciones, fabricantes y comerciantes.

Las ponderaciones de cada artículo se calculan mediante la relación entre el gasto realizado en las parcelas representadas por dicho artículo y el gasto total realizado en todas las parcelas cubiertas por el índice:

Estas ponderaciones son diferentes en cada una de las agregaciones geográficas (provincias, comunidades autónomas y conjunto nacional) y a partir de ellas se obtienen las ponderaciones de las distintas agregaciones funcionales (o familias de artículos).

Así, la ponderación del agregado funcional A se obtiene como suma de las ponderaciones de los artículos que componen dicha agregación:

Cabe señalar que las ponderaciones se actualizan anualmente, a partir de la última información anual disponible de la EPF.

Esta revisión anual de ponderaciones se hará para determinados niveles de desagregación geográfica y funcional. Y se realizará aplicando a la estructura definida para el año 2011, las variaciones de gasto reflejadas por la EPF para cada una de las 126 subclases de productos que lo integran.

Además, cada cinco años se realizará un cambio de base, en el que las ponderaciones se actualizarán para todos los niveles de desagregación funcional y geográfica.

6. Método de cálculo

La fórmula empleada para calcular los índices del IPC, base 2011, es la fórmula de Laspeyres encadenado, que se empezó a utilizar en el IPC, base 2001.

El índice general del mes m y año t, se expresa matemáticamente:

6.1. Índices elementales

Un agregado elemental es el componente de consumo de más bajo nivel de agregación para el cual se obtienen índices y en cuyo cálculo no intervienen ponderaciones; a los índices de estos agregados se les denomina índices elementales. En el IPC español se calcula un índice elemental para cada artículo de la cesta de la compra en cada una de las provincias, por lo que el agregado elemental es el artículo-provincia.

El índice del agregado elemental i se obtiene como cociente del precio medio de dicho agregado elemental en el período actual y el precio medio en el período de referencia de los precios, es decir, diciembre del año anterior:

,

donde:

(t-1)Iimt es el índice, referido a diciembre del año (t-1), del agregado elemental i, en el mes m del año t;

Pimt es el precio medio del agregado elemental i, en el mes m del año t

Pidic(t-1) es el precio medio del agregado elemental i, en diciembre del año (t-1).

A su vez, el precio medio del agregado i, en el período (m,t), Pimt, es la media geométrica simple de los precios recogidos en dicho período:

, donde:

Pi,jmt es el precio del agregado elemental i recogido en el establecimiento j, en el período (m,t),

nimt es el número de precios procesados del agregado elemental i, en el período   (m,t).

6.2. Índices agregados

Como ya se ha mencionado anteriormente, los índices elementales están referidos a diciembre del año inmediatamente anterior. Por otra parte, las ponderaciones utilizadas para el cálculo de las agregaciones también hacen referencia a diciembre del año anterior, con lo que se mantiene la coherencia con los precios de referencia.

Así, el cálculo de los índices agregados se realiza de la siguiente manera:

El índice, referido a diciembre del año anterior (de cualquier agregación A, en una provincia p), se obtiene como agregación de los índices elementales de los artículos pertenecientes a dicha agregación con las ponderaciones vigentes en el año t.

Su expresión matemática es la siguiente:

,

donde:

dic(t-1)Ii,pmt es el índice, referido a diciembre de t-1, del artículo i en la provincia p, en el mes m del año t, y

dic(t-1)Wi,p es la ponderación (en tanto por uno), referida a diciembre de (t-1), del artículo i en la provincia p, dentro de la agregación A, es decir:

Una vez calculados los índices agregados, es preciso encadenarlos. Estos índices son los que finalmente se difunden y dan continuidad a las series publicadas en base 2011.

Para cualquier agregación A, el índice en base 2011 en la provincia p, se calcula como sigue:

siendo , distinto para cada una de las agregaciones existentes.

 

7. Tipos de artículos

La periodicidad de la recogida de los precios depende de la frecuencia con la que varían. La forma de recogerlos también es diferente dependiendo de la homogeneidad geográfica de los precios y de la disposición de los mismos. Por último, según las características de cada artículo, el método de cálculo de los índices es diferente.

7.1. Periodicidad de la recogida precios

Según la periodicidad y frecuencia en la recogida de precios se establece una primera forma de clasificar los artículos. Así, se consideran dos tipos de artículo, los mensuales y los trimestrales.

  • Artículos de recogida mensual

Los precios de los artículos mensuales se observan todos los meses en todos los establecimientos de la muestra, mediante visita personal, en la mayoría de los casos.

En general, cada establecimiento se visita una vez al mes, excepto aquellos en donde se recogen precios de artículos perecederos que, debido a la mayor frecuencia con que varían sus precios, el entrevistador visita dos o tres veces al mes, dependiendo del municipio. En esta categoría se encuentran los alimentos frescos no elaborados, que sufren fluctuaciones periódicas en sus precios y presentan constantes cambios de calidad. Dentro de éstos, se encuentran los artículos estacionales (algunas frutas y hortalizas frescas), que sólo se comercializan unos determinados meses del año; para estos artículos sólo se lleva a cabo la recogida de precios en los meses en que están disponibles.

Dentro de los artículos de recogida mensual destacan los artículos de temporada (como la moda), que son aquellos cuyo consumo tiene lugar únicamente en determinados periodos a lo largo del año, ya que el resto del mismo no se comercializan. Además, estos artículos se caracterizan porque, a diferencia de las frutas y verduras frescas, todos los pertenecientes a la misma temporada tienen el mismo esquema de comercialización en el mercado. Por lo tanto, en el IPC se consideran de temporada los artículos de vestido y calzado, que tienen dos temporadas definidas (primavera-verano y otoño-invierno). La recogida de precios de estos artículos se realiza una vez al mes durante la temporada en que se comercializan; y el tratamiento de los precios los meses que el artículo desaparece es la repetición del último precio recogido, de modo que no hay variación de precios mientras el artículo no está disponible.

  • Artículos de recogida trimestral

Los artículos trimestrales son aquellos cuyos precios tienen un comportamiento bastante estable, es decir, no suelen experimentar muchas variaciones de precios a lo largo del tiempo (electrodomésticos, muebles, servicios de reparaciones, etc.). La recogida trimestral permite ampliar el número de precios recogidos con el mismo coste.

El tratamiento de estos precios consiste en dividir la muestra de establecimientos seleccionados en tres submuestras, de modo que cada mes sólo se visitan los establecimientos de una de ellas y se repite el último precio recogido en los establecimientos de las otras dos submuestras. Con ello se consigue que todos los meses haya establecimientos que informen sobre los precios de estos artículos. Además, en caso de que varíen más de la mitad de los precios recogidos en el mes, el mes siguiente se solicitará información en todos los establecimientos.

7.2. Forma de recogida de precios

Por otro lado, teniendo en cuenta el lugar donde se recogen y graban los precios, se puede distinguir entre artículos de recogida provincial y artículos de recogida centralizada.

  1. Artículos de recogida provincial - se recogen en cada provincia, por medio de visita personal, a través del teléfono o fax, o de los boletines oficiales de las comunidades autónomas o las provincias, y se graban en las delegaciones provinciales.
  2. Articulos de recogida centralizada - se realiza desde los Servicios Centrales del INE. Forman parte de este tipo de artículos aquellos bienes y servicios que tienen una o varias de las siguientes características:
  • Sus precios son los mismos en una amplia zona geográfica,
  • Sus precios están sujetos a tarifas publicadas en el BOE,
  • Existen pocas empresas que comercializan el artículo,
  • Se dispone de un directorio perfectamente definido de informantes,
  • Son artículos con cambios de calidad habituales (como los artículos tecnológicos), lo que conlleva dificultad para realizar ajustes de calidad; al hacerse su recogida de forma centralizada, se homogeneiza el tratamiento de estos ajustes.

7.3. Método de cálculo de cada precio

En lo que respecta al método de cálculo, existen ciertos grupos de artículos cuyos índices elementales se obtienen de forma diferente a la fórmula general descrita en el apartado anterior.

Según la fórmula general de cálculo, el índice elemental de cualquier artículo de la cesta de la compra se obtiene como media simple de los precios recogidos desde las delegaciones provinciales, sin tener en cuenta ningún tipo de ponderación. Pese a este criterio general, debemos de señalar dos excepciones: uno, los artículos de recogida centralizada y artículos de precio elaborado, y, dos, los artículos estacionales.

1.- El índice elemental, para los artículos de recogida centralizada y los artículos con precio elaborado, en ambos casos, se calcula teniendo en cuenta un conjunto de variedades o modalidades representativas del artículo, ponderadas adecuadamente por el gasto realizado en cada una de ellas.

La obtención de información y seguimiento de los artículos de recogida centralizada se lleva a cabo en los Servicios Centrales del INE y no desde las delegaciones provinciales. El motivo es que, para este tipo de artículos, existen pocas compañías que los comercializan y/o se dispone de un directorio perfectamente definido de empresas informantes, o bien, las distintas tarifas se publican en boletines oficiales.

Hay que destacar que aunque la recogida sea centralizada, en la mayoría de los artículos, si los precios difieren entre provincias, se procede a recoger información de todas ellas.

Para cada artículo se elabora una muestra de las variedades (marcas, modelos, tramos de consumo, etc.) más representativas y de las unidades informantes. Estas unidades informantes se seleccionan según su cuota de mercado, mientras que la elección de las variedades representativas del artículo se hace en función del gasto en cada una de ellas.

La información que se utiliza para el cálculo del precio de este tipo de artículos es de dos tipos:

  • Información relativa al consumo: necesaria para calcular las ponderaciones de cada compañía de la muestra (cuota de mercado), así como las ponderaciones de cada una de las modalidades del artículo. Para mantener la actualidad del IPC, estas ponderaciones se revisan una vez al año.
  • Información relativa a los precios o tarifas de cada una de las modalidades y/o de cada uno de los conceptos que forman el precio final del artículo. Su recogida se realiza mensualmente.

Las variaciones de precios se reflejan en el mes en que han tenido lugar, y en el caso de tarifas que cambian a partir de un día concreto del mes, se calcula un precio medio ponderado por el número de días en que ha estado en vigor el precio.

Ejemplos de este tipo de artículos de recogida centralizada son, entre otros: el tabaco, la energía eléctrica, los medicamentos, los vehículos, el transporte aéreo y por ferrocarril, los carburantes y combustibles, el servicio telefónico y los viajes organizados.

2.- Los artículos estacionales, debido a las oscilaciones periódicas de sus precios y cantidades (tal es el caso de los índices de las frutas, verduras y hortalizas estacionales) se calculan con un método diferente que tiene en cuenta los calendarios de producción y comercialización de cada una de ellas.

Este método de cálculo consiste en obtener índices elementales de cada uno de los artículos estacionales que forman parte de la cesta de la compra del IPC en el mes en curso, para cada provincia, como cociente del precio medio del mes actual entre el precio medio del mismo mes del año anterior, multiplicado por 100. Los precios medios, como en el resto de artículos de la cesta de la compra, se obtienen aplicando la media geométrica.

A partir de los índices elementales por artículo se obtienen los índices directos de cada agrupación de artículos estacionales. La forma de obtenerlos es mediante la suma ponderada de los índices elementales de los artículos que componen cada agrupación en el mes en curso (con las ponderaciones correspondientes a ese mes). 

8. Determinación y fechas de precios

La recogida de precios de los artículos se realiza tanto en provincias como en Servicios Centrales, mediante visita personal de los agentes del INE a los establecimientos en las fechas correspondientes, con la excepción de algunos de ellos para los que, por sus características especiales, la recogida de la información se realiza por teléfono, fax, correo electrónico, catálogo o Internet.

Los precios recogidos son precios efectivos de venta al público con pago al contado.

En el IPC base 2011 no se recogen precios correspondientes a mercancías defectuosas, liquidaciones o saldos. Sin embargo, sí se recogen precios de artículos rebajados y en oferta.

En general, el período de recogida de los precios abarca aproximadamente desde el día 1 al 22 de cada mes, ambos inclusive. Sin embargo, en los artículos de recogida centralizada este período se amplía, siempre que es posible, hasta el final del mes correspondiente.

La recogida de precios de un mismo artículo en los distintos establecimientos informantes se ha distribuido a lo largo de ese período para recoger el mayor número posible de fluctuaciones de precios. Todos los meses se visitan los establecimientos seleccionados aproximadamente el mismo día; con ello se pretende que la variación reflejada por el índice corresponda a una variación mensual.

Como los artículos perecederos están sujetos a fluctuaciones importantes de precios, éstos se recogen tres veces a lo largo del mes en cada uno de los establecimientos seleccionados en todas las capitales de provincia, manteniendo una distancia de al menos siete días entre las tres visitas al establecimiento. En el resto de municipios, se recogen los precios de estos artículos dos veces en cada uno de los establecimientos que pertenecen a la muestra.

Para el resto de artículos cada establecimiento se visita una sola vez al mes, a excepción de los artículos trimestrales, para los cuales la recogida de precios en cada establecimiento se realiza una vez cada tres meses.

8.1. Oferta y rebajas

En el IPC, base 2011, se recogen los precios que han sufrido reducciones por motivos tales como ofertas y promociones, así como aquellos cuyos descuentos son debidos a los períodos oficiales de rebajas. Esto afecta a la mayoría de las parcelas que componen el IPC, aunque los descuentos por rebajas se producen de forma más acentuada en las parcelas de Vestido y calzado y Menaje, donde éstas son más habituales.

Los criterios seguidos en la base 2011 para la recogida de precios con descuento son los siguientes:

  • que el descuento se realice sobre artículos que se espera estén disponibles de nuevo a sus precios habituales, es decir, no se trata de descuentos por liquidaciones o saldos;
  • que el descuento se realice sobre artículos que puedan ser adquiridos por todos los consumidores, no sólo por una parte de ellos (por ejemplo, no se tendrán en cuenta descuentos realizados por tener tarjetas de fidelidad del establecimiento o por cumplir determinadas condiciones);
  • y que estos descuentos sean efectivos en el momento de la compra (por ejemplo, no se consideran los reembolsos posteriores a la compra).

Se recogen, por tanto, descuentos debidos a:

  • Las rebajas de temporada (períodos de rebajas oficiales regidos por la Ley de Ordenación de Comercio Minorista).
  • Ofertas de cualquier tipo (siempre que no se trate de liquidaciones o saldos).

En los Servicios Centrales se procesan conjuntamente los datos enviados por las provincias y los precios que se elaboran en dichos servicios. El número total de precios procesados mensualmente, que se aproxima a los 220.000.

9. Cambios de calidad de productos

La precisión con que el IPC mide la evolución de los precios depende, entre otros factores, de la estabilidad de las características que definen los productos seleccionados. El objetivo es realizar un seguimiento de precios de una cesta cuyos productos permanezcan inalterables a lo largo del tiempo, de forma que la medición de la variación de los precios no dependa de cambios en las características de esos productos.

Evidentemente, el ideal de la estabilidad de los productos no siempre se cumple, por lo que es preciso recurrir a ajustes que corrijan los cambios producidos en la muestra de productos y que permitan estimar la variación de precios sin que venga perturbada por ello. Estos ajustes se conocen como ajustes por cambio de calidad.

Los cambios de calidad son un problema al que se enfrentan todos los países y que en los últimos años se ha visto acentuado por el rápido progreso técnico que han experimentado algunos artículos. Por ello, es uno de los temas de los que, con mayor prioridad, se ocupa EUROSTAT, en el ámbito de la armonización de los IPC de los países de la UE.

En la elaboración del IPC español, en las distintas bases hasta la actual 2011, han sido varios los procedimientos que se han utilizado para la estimación de los cambios de calidad. La elección de estos métodos ha venido determinada por la disponibilidad de información en cada momento y por el tipo de artículo de que se trate.

Como se ha dicho, un ajuste por cambio de calidad es necesario cuando un artículo (producto, variedad o modalidad), cuyo precio forma parte del cálculo del IPC, se sustituye por otro y en ese momento es necesario determinar qué parte de la diferencia de precios entre el artículo sustituto y el sustituido se debe a una calidad diferente entre los mismos.

Las sustituciones de los artículos pueden deberse a varios motivos:

  • El artículo deja de ser representativo y surge otro más representativo en el mercado;
  • El artículo desaparece del mercado;
  • El establecimiento donde se recoge el precio del artículo deja de ser representativo, cierra o cambia de actividad económica.

Siempre que un establecimiento de la muestra deje de ser representativo debe ser sustituido por otro. Una buena selección de establecimientos, con un volumen importante de ventas y/o de afluencia de clientes, implica que los artículos que tiene ese establecimiento son los más representativos y que al ser requeridos por la clientela, cuando desaparezcan serán sustituidos por otros de calidad similar.

Los cambios de calidad se producen cuando cambian las especificaciones de los artículos representativos y esto conlleva una diferencia en la utilidad para el consumidor.

Las especificaciones de cada uno de los artículos que componen la cesta de la compra se mantienen fijas a lo largo del tiempo ya que definen la variedad más representativa del consumo de la zona, pero se deben sustituir cuando ésta deja de comercializarse o deja de ser representativa en el establecimiento.

En términos generales, el producto sustituto debe ser de calidad similar al sustituido, pero cuando por alguna razón la calidad entre ambos artículos es diferente (distinta variedad, distinta marca, etc.), los responsables de la recogida lo comunican a los Servicios Centrales, detallando todas las características de la nueva variedad y su precio en el período actual y, si es posible, en el período anterior, así como un coeficiente de ajuste que garantice variaciones en el índice motivadas exclusivamente por variaciones de precios.

Sin embargo, no siempre existe un período de solapamiento entre los artículos, ni se da la identidad entre un modelo y el que lo sustituye. Es preciso entonces estimar qué parte de esta diferencia de precios se debe a mejoras técnicas, cambios de material, etc. y qué parte es variación pura de precios.

Para realizar estas estimaciones se estudian las especificaciones de los artículos sustituto y sustituido, analizando diferencias y analogías, y se tienen en cuenta las opiniones de los expertos sobre la evolución de precios y costes, poniendo en relación las variaciones de los precios y de las calidades.

La situación idónea para estimar los cambios de calidad es aquella en la que se tiene suficiente información sobre las características que determinan el precio de un artículo en el mercado (marca, características de índole técnica, lugar de compra, etc.).

En bastantes artículos no es posible contar con la información necesaria e incluso, aunque se disponga de dicha información, a veces su utilización es compleja.

9.1. Métodos de ajuste de calidad

Los métodos de ajuste de calidad utilizados más habitualmente en el IPC, base 2011, son los siguientes:

1.- Ajuste total de calidad.

Parte del supuesto de que la diferencia entre el precio del artículo sustituido y del artículo sustituto está totalmente motivada por la diferencia de calidad entre ambos o que los artículos son tan diferentes que no se pueden comparar. Se considera, entonces, que la diferencia de precios entre ambos artículos es debida únicamente a la distinta calidad de los mismos, con lo que el índice no reflejará variación de precios. Con este ajuste se supone que de haber seguido a la venta el artículo sustituido, su precio no habría variado.

2.- Ajuste por calidad idéntica.

Se parte de la idea de que el artículo sustituto tiene la misma calidad que el artículo sustituido, es decir, que la diferencia de precios existente entre ambos se debe a una variación real de precios. Con este ajuste se supone que, de haber seguido a la venta el artículo sustituido, su precio habría sido el mismo que el del artículo sustituto.

3.- Otros ajustes.

Se incluyen en este apartado todos los ajustes para los cuales se estima el valor de la diferencia de calidad entre un artículo y su sustituto. Las prácticas más habituales son:

  • Precios de las opciones: se descuenta del precio del artículo sustituto el precio de venta de las características específicas que no tenía el artículo anterior, pero que se podían adquirir como opción.
  • Costes de producción: el productor suministra información sobre cuánto cuesta producir una característica extra, y se descuenta del precio del artículo sustituto que posee esa característica extra.
  • Precios de imputación: se imputa la variación del precio medio de un agregado mayor al cual pertenece el artículo.
  • Información facilitada por los expertos: se pregunta a expertos o especialistas en el artículo, qué cantidad de la diferencia entre los precios de los artículos (sustituto y sustituido) se debe a la diferencia de calidad entre ambos.
  • Precios de solapamiento: el valor de la diferencia de calidad entre el artículo sustituido y el sustituto es la diferencia de precio entre ellos en el período de solapamiento, es decir, en el período en que ambos artículos están a la venta.
  • Métodos de regresión  hedónica: este método parte de la hipótesis de que el precio de un artículo se puede expresar en función de un conjunto de características mediante un modelo de regresión (lineal o no lineal). La estimación del modelo proporciona los coeficientes de regresión, y permite determinar qué parte de la variación del precio del artículo es debida al cambio de calidad y, por tanto, qué parte es una variación pura de precios. Existen varias formas de calcular un índice de precios hedónicos según la forma de la función y las variables seleccionadas para el modelo. Para llevar a cabo el ajuste del modelo de regresión es necesario un gran número de observaciones, en las que se incluyan la mayoría de características específicas de cada observación. Además, se necesita un conocimiento muy especializado del producto.

10. Anexos

1. Índices de precios.