3.A. Evaluar para aprender

1. ¿Qué es evaluar?

Aunque el objeto de este curso no consiste en realizar una aproximación teórica al concepto de evaluación, sí que debemos aclarar algunos errores que se suelen asociar a este hecho.

• Evaluar es distinto de calificar. Si bien todo proceso de evaluación debe finalizar asignando una calificación, la evaluación es mucho más que asignar un valor a una producción del tipo que sea. La evaluación sumativa es necesaria, pero no suficiente. Necesitamos una evaluación formativa que nos aporte información para mejorar el proceso de aprendizaje.

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• Evaluar no es aplicar instrumentos de evaluación. Si no existe una reflexión previa a la evaluación, que permita entender qué evaluamos y por qué estamos evaluando con un instrumento de evaluación específico, no estaremos realizando una evaluación efectiva. Durante todo el proceso, del que una parte importante es aplicar un determinado instrumento de evaluación, debemos mantener un diálogo con los alumnos que permita un feed-back bidireccional.
• Evaluar no es sólo orientar un desempeño. El proceso de evaluación no se limita a reconducir los aprendizajes, debemos tener en cuenta que no finalizará hasta que no se haya asignado un valor. El valor se podrá asignar siguiendo un criterio, una norma, aplicando una escala, rúbrica o una puntuación directa. La evaluación formativa permite reconducir el proceso de desarrollo de los participantes en nuestros cursos, sin embargo, es necesario poder finalizar el proceso formativo asignando un valor al trabajo realizado.
• No podemos evaluar sin conocer el punto de partida de nuestros alumnos. Aunque no existan elementos de medida de evaluación diagnóstica, no significa que no debamos tener en cuenta la situación de la que parten nuestros alumnos.

Así, la evaluación es un proceso orientado a establecer un valor al nivel de competencia alcanzado en un proceso formativo, basado en una adecuada recogida y análisis de información, de manera que podamos reconducir el aprendizaje para llegar a obtener un resultado satisfactorio.

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2. Evaluar para aprender

Necesitamos una Evaluación que nos permita mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos. Esto significa:

• Hacer el seguimiento de los procesos de aprendizaje.
• Reflexionar sobre los procesos cognitivos. Meta aprendizaje.
• Dar al estudiante el control de su trabajo.
• Ofrecer una retroalimentación ajustada y eficaz.
• Reorientar los diseños didácticos para ajustarnos mejor al contexto de aula y a las necesidades específicas de cada estudiante.

En definitiva, tal y como nos muestra Paz Gonzalo (2017), debemos acercarnos a una evaluación que ...

Para ello, como docentes, necesitamos:

• Situarnos en un modelo de aprendizaje activo.
• Situar al estudiante como protagonista de su aprendizaje.
• Adoptar el rol de facilitador, dinamizador, creador de experiencias de aprendizaje; en lugar de un rol de medidor, sancionador, controlador del saber y del proceso.
• Planificar la evaluación integrándola en el núcleo del proceso de aprender.
• Tomar decisiones sobre los criterios de evaluación en su Proyecto Curricular y secuenciarlos en sus Programaciones de Aula.
• Tomar decisiones sobre las evidencias de aprendizaje que van a ser evaluadas, atendiendo tanto a productos como a procesos.
• Contar con herramientas para la recogida de evidencias de aprendizaje.

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3. Momentos y agentes de Evaluación

Compartimos la siguiente imagen que ilustra de manera directa algunos procesos que nos acercarán a desarrollar una evaluación completa (Diagnóstica - Antes, Formativa - Durante todo el proceso y Sumativa - Final) atendiendo a los diferentes momentos que suceden en una secuencia didáctica:

Consideramos importante integrar a todos los actores del proceso de aprendizaje como agentes activos de la evaluación, por ello compartimos a continuación los diferentes tipos de evaluación (tienen que convivir de manera equilibrada) atendiendo al criterio de quién evalúa:

• Hetero evaluación: cuando evalúa el profesor o expertos.
• Evaluación entre pares: cuando evalúan los compañeros. Para Roberts (2006), el término peer assessment se refiere al proceso de reflexión crítica en el que se ven implicados los estudiantes y por el que pueden llegar a sugerir la asignación de calificaciones a sus compañeros. Para este autor, peer assessment se diferencia de group assessment en que los estudiantes valoran cada uno el aprendizaje de otro, incluso aunque el aprendizaje haya podido tener lugar de forma individualizada, o al menos fuera de un grupo colaborativo.
• Auto evaluación: cuando el estudiante se evalúa a sí mismo. Se trata de un proceso de introspección, que permite al estudiante autodirigir su aprendizaje, tomar decisiones de auto regulación y aprender acerca de su forma personal de aprender (meta aprendizaje), un elemento fundamental para mejorar sus estrategias trabajo. 

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