LIBRO: ADAPTACIÓN DE REPERTORIO

Sitio: Aula Virtual de Formación en línea (ISMIE)
Curso: Creación de arreglos y musicogramas para la clase de música 2023-24
Libro: LIBRO: ADAPTACIÓN DE REPERTORIO
Imprimido por: Invitado
Día: viernes, 18 de octubre de 2024, 14:17

1. ADAPTACIÓN DE REPERTORIO



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Una vez que tengamos el archivo con la partitura en formato digital, comenzaremos a modificar la pieza para crear nuestra propia versión. Seguidamente vamos a proporcionar una serie de consideraciones y recomendaciones que nos serán útiles en el proceso de adaptación en relación con elementos musicales básicos como instrumentos, melodía, ritmo y armonía.

1.1. Los instrumentos (I)



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La instrumentación es una las primeras consideraciones a la hora de construir nuestra pieza. Para ello hay que tener en cuenta las características propias de los instrumentos que vamos a emplear. Esto es especialmente relevante en caso de tener estudiantes que sepan tocar algún instrumento distinto a los habituales del aula y quieran traerlo a clase para tocar con el resto de compañeros.

Extensión del instrumento
En primer lugar, hay que conocer la extensión del instrumento. Nuestro alumnado no es profesional y hemos de ofrecerles un registro en el que se encuentren cómodos tocando. Por otra parte, hemos de valorar también la omisión de los extremos agudos o graves por su especial dificultad en algunos casos. Por ejemplo, es mejor evitar notas muy agudas en la flauta, y también los sonidos muy graves en instrumentos de viento madera como el clarinete.
Los editores de partituras suelen contar con herramientas que nos ayudan en este sentido.

  • MuseScore, por ejemplo, marca en otro color las notas que escribamos fuera de la extensión de un instrumento concreto, como un si grave por debajo del do central en flauta. Por otra parte, estos límites se pueden cambiar accediendo con el botón derecho del ratón sobre el pentagrama a las propiedades del pentagrama, donde figura la "tesitura útil" para aficionado y para profesional asociada al instrumento de dicho pentagrama.

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  • En Finale esta herramienta se puede activar o desactivar en el menú View / Out-of-Range Notes.
  • Sibelius cuenta con una utilidad equivalente que se encuentra en el menú View > Note Ranges > Notes out of Range.
Instrumentos transpositores
En segundo lugar, si se trata de un instrumento transpositor hemos de tener cuidado de escribir correctamente su parte en la partitura. Los instrumentos transpositores son aquellos cuyos sonidos escritos son distintos de los sonidos reales producidos y el nombre que suelen recibir va acompañado por la nota que suena al tocar la nota do escrita. La siguiente tabla nos muestra los instrumentos transpositores más usuales y la información útil para escribir.


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1.2. Los instrumentos (II)


Otras consideraciones sobre los instrumentos

Percusión
El instrumental Orff es otro habitual en el inventario de nuestras aulas. De todos los instrumentos que lo conforman destacan los xilófonos y metalófonos por las posibilidades que nos ofrecen de adjudicarle una parte melódica o bien de soporte armónico. Se trata de instrumentos con una sonoridad clara pero algo fría y cortante, que no se mantiene durante mucho tiempo. Por esta razón, hay que cuidar especialmente que los ataques vayan bien coordinados, ya que al no durar el sonido hace que la desincronización sea evidente. También debido a esta peculiaridad hemos de valorar el uso de baquetas fabricadas con materiales más suaves o más duros con los que atenuar o enfatizar ese efecto cortante y percusivo.

Efectos propios de estos instrumentos son el trémolo y el glissando. Si necesitamos alargar su sonido hemos de emplear el trémolo que se obtiene golpeando una sola nota alternativamente con ambas baquetas. El ostinato es otro habitual en las partituras para láminas. Más adelante, en los apartados dedicados a ritmo y armonía, veremos algunas muestras de patrones rítmicos y de acompañamiento susceptibles de aplicar a xilófonos y metalófonos. A este respecto, hay que tener en cuenta que no podemos asignar un ostinato que se repita durante toda la pieza. La razón es que en la mayoría de casos será muy difícil que nuestro alumnado sea capaz de mantener la concentración para repetir un mismo patrón, por muy fácil que sea, de principio a fin. Habrá que combinar partes de ostinato con algún otro tipo de acompañamiento o pausas.

Como son instrumentos que solamente se pueden tocar en el aula, sería deseable encontrar tiempo para hacer actividades de calentamiento con las que mejorar la técnica de ejecución. Una de las mejores opciones sería plantear actividades consistentes en improvisar sobre la escala pentatónica, de tal manera que por su facilidad permiten que los estudiantes se puedan concentrar más en la técnica.

Algunos centros cuentan con un set de batería básico. Pero si no es así, se pueden sustituir las partes tradicionales de batería con instrumentos de pequeña percusión Orff o con percusión corporal. Si hay algún estudiante de percusión en clase el primer paso será fijar qué notación vamos a utilizar porque hay una gran variedad. La notación de la batería se suele escribir en un solo pentagrama con dos voces. La voz superior con las plicas hacia arriba es para partes tocadas con las manos como la caja y el hi-hat. La voz inferior con las plicas hacia abajo es para partes tocadas con los pies como el bombo. Es aconsejable reducir la notación de este instrumento a patrones básicos y usar símbolos de repetición (%) y dejar que los estudiantes hagan en alguna parte redobles o adornos a su elección. Podemos dejar que los estudiantes incluyan alguna parte compuesta por ellos mismos en la pieza, lo cual les hará involucrarse más en la práctica musical.

Al transmitir al alumnado la notación de la percusión que vamos a utilizar en nuestras partituras lo más recomendable es diseñar un esquema con los signos de notación asociados con sus correspondientes partes de la batería, con los instrumentos de pequeña percusión Orff o bien con los gestos de percusión corporal que queramos emplear. De esa manera tendremos más variedad en su aplicación.

A modo de ejemplo incluimos una equivalencia de notación de percusión con los tres símbolos básicos de bombo, caja y platillos junto con sus respectivas equivalencias en percusión Orff y percusión corporal.

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El bombo se puede sustituir por un pandero grande o por un golpe con la mano en el pecho o en los muslos. La caja podría por un pandero más pequeño o una palmada, mientras que el papel de los platillos se podría desempeñar con una pandereta o bien con un chasquido de dedos. Si bien, el chasquido de dedos es un gesto que al alumnado le puede resultar difícil.

Finalmente, otra alternativa a explorar es utilizar aplicaciones para dispositivos móviles de baterías virtuales como Classic Drum o Real Drum, que cuentan con versión gratuita para Android e iOS. Dichas aplicaciones reproducen los sonidos de las diversas partes de un set de batería pulsando sobre ellas con los dedos. Con ellas los estudiantes pueden ensayar las partes de batería en casa y si queremos utilizarlas en la interpretación conjunta del aula simplemente habría que conectar el dispositivo móvil a unos altavoces. Hay un gran número de apps de este tipo que incluyen versiones virtuales de congas, bongos, tabla hindú y también pads para música electrónica, funk, hip hop entre otros. Podéis ver algunas de ellas en este enlace.

Insertamos aquí el tutorial en video que muestra cómo escribir notación rítmica para batería y un archivo de MuseScore con una recopilación de patrones rítmicos de diferentes géneros que viene bien tener a mano si necesitamos copiar alguno de ellos.





1.3. Los instrumentos (III)


Viento

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La flauta dulce es un clásico del aula de música, aunque en algún caso también podemos encontrarnos con estudiantes intérpretes de otros instrumentos de viento. En este sentido, a la hora de adaptar una pieza hay que tener en cuenta que los intérpretes de viento necesitan respirar. Las piezas originalmente pueden estar pensadas para otros instrumentos que no tienen esta particularidad. Parece una obviedad pero se nos puede olvidar y entonces nos encontramos con los típicos comentarios de "profe me ahogo". Lo veremos más adelante en el apartado dedicado a la melodía. A la flauta dulce se le suele asignar el papel de solista o bien de una voz intermedia. Algo menos habitual es encomendarle la función de soporte armónico mediante algún ostinato con lo que aportamos variedad al uso de los timbres habituales del aula.

Este instrumento cuenta con algunos efectos sonoros interesantes que se pueden poner en práctica en el aula.
  • Los trinos, ya sea incluyéndolos en las partituras o bien guiándoles para improvisarlos introduciendo alguno de cuando en cuando, son especialmente apropiados para ilustrar la ornamentación barroca y para improvisar en música de estilo celta por ejemplo.
  • El legato en contraposición al staccato nos permite trabajar distintos tipos de ataques. Así pues les propondremos usar sílabas como "du" para el legato mientras que el efecto cortante del staccato lo haríamos mediante "tu" o "ku".
  • El frullato o flutter-tonguing es una técnica interpretativa que mediante el movimiento de la lengua al pronunciar la letra "r" soplando se obtiene un trémolo. Dicho efecto podría tener cabida en nuestras adaptaciones de jazz, clásica contemporánea y música moderna en general como recurso expresivo.
Todos estos efectos a los alumnos les resultan bastante divertidos y más o menos asequibles. Pero si queremos ir más allá, podemos explorar las posibilidades que surgen al mezclar la interpretación en la flauta con el beatboxing. Este último puede ser algo más complejo para ellos pero suele causar furor entre nuestros estudiantes. Con el uso de este tipo de recursos pretendemos potenciar la motivación del alumnado en la práctica musical.


1.4. Los instrumentos (IV)


Cuerda

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En el aula es habitual tener a nuestra disposición algún piano o teclado electrónico. Así pues, si tenemos pianistas en el grupo, podemos asignarles una reducción de la parte armónica en forma de octavas para la mano izquierda y acordes simples de terceras y sextas para la mano derecha. Si se trata de música pop podemos aplicar un ostinato que facilite la interpretación. En el caso de contar con un teclado electrónico que permita cambiar el timbre por ejemplo por otros instrumentos de tecla como órgano de iglesia, clavecín, teclado de jazz, pero también puede incluir cuerdas frotadas, voces, etc. Es interesante tener en cuenta estos timbres para utilizarlos en nuestros arreglos y así aportar variedad.

La cuerda pulsada suele estar representada en nuestras aulas con la guitarra. Mención especial en este apartado merece el ukelele, que en los últimos tiempos se ha puesto de moda porque algunos artistas actuales lo han incluido en sus canciones. Además se trata de un instrumento relativamente fácil de tocar y que se puede conseguir por un precio asequible. Por todo ello con frecuencia entre nuestros estudiantes hay algún intérprete de guitarra española o eléctrica, ukelele o similar. No obstante, puede que estos intérpretes no hayan aprendido a tocar el instrumento al estilo tradicional de la educación formal, sino que hayan aprendido por imitación viendo a otros tocar o mediante videos en línea.

En las partituras de nuestras piezas tenemos la opción de crear partes para estos instrumentos, que se pueden añadir fácilmente en programas como MuseScore. La música escrita para instrumentos como la guitarra o el ukelele se puede representar mediante notación tradicional, tablaturas, diagramas de acordes y/o símbolos de acordes. En función del conocimiento que tengan los destinatarios de las partituras emplearemos uno u otro método, o bien una combinación de varios. De igual forma, el papel que asignemos al instrumento influirá en el método a utilizar. Si va a tener una función armónica añadiremos símbolos o diagramas con la correspondiente progresión de acordes por encima de la melodía. Pero si le vamos a dar una función melódica necesitaremos una partitura tradicional o tablatura donde plasmaremos la parte punteada. La partitura digital también nos permite indicar los patrones de rasgueo mediante los signos de movimientos hacia arriba y hacia abajo para el arco de la cuerda frotada.

En el siguiente videotutorial vamos a ver cómo se editan todos estos elementos en MuseScore.



A continuación se incluyen dos archivos de MuseScore que contienen una recopilación de acordes mayores, menores y de séptima representados mediante notación tradicional, tablaturas, diagramas de acordes y/o símbolos de acordes. El primer archivo es para guitarra y el segundo para ukelele. Se pueden descargar en las páginas de MuseScore que aparecen enlazadas abajo. Teniendo estos archivos se pueden copiar los acordes que sean necesarios en cada momento, ahorrándonos tiempo al no tener que editarlos de cero. Además se puede elegir el formato en función de que queramos que suene en el archivo el instrumento para lo que será necesaria la notación tradicional o la tablatura, o bien que prefiramos simplemente que aparezcan los diagramas de acordes o los símbolos de los acordes correspondientes.





1.5. Los instrumentos (V)


Voces

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Si adaptamos piezas para el canto, hemos de considerar las edades de los cantantes. La voz en la adolescencia tiene unos rasgos especiales que tenemos que tener muy en cuenta. Como ya sabemos esta es la etapa del cambio de la voz que en ocasiones conlleva sensaciones de ridículo, vergüenza o problemas de autoestima en los estudiantes. El desarrollo de voces femeninas y masculinas discurre de manera diferente y requerirá tratamiento específico.

  • La voz masculina, conforme a John M. Cooksey, atraviesa seis fases distintas en su evolución como se ilustra en la siguiente imagen. Cada fase cuenta con su ámbito vocal específico, representado con notas blancas, y con su respectiva tesitura vocal, expresada en negras que en este caso están pintadas de verde. Durante la fase de mediavoz II suele aparecer el falsetto o voz de cabeza, pero su emisión será difícil hasta llegar a la fase de nuevo barítono.

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  • La voz femenina también experimenta su propia evolución entre los 9 y los 15 años. Según Lynn Huff-Gackle el desarrollo de esta voz pasa por las fases que se muestran en la siguiente imagen con sus correspondientes ámbitos y tesituras. La fase IIB, entre los 13 y 14 años, es la más crítica. El cambio se puede detectar ya que la voz se vuelve un poco áspera y ronca, así como con el uso de demasiado aire al cantar.

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Para nuestras adaptaciones nos interesa detectar la tesitura idónea según la fase en que estén nuestros cantantes, puesto que será el rango de notas donde estarán más cómodos cantando. Una posibilidad es plantear el canto al unísono o en canon dentro del rango de notas compartidas, que suele ser entre sol4 y mi5 en voces femeninas, y entre sol3 y mi4 en las masculinas. Las voces femeninas, que suelen estar todas entre mezzosoprano y soprano. Otra opción es agrupar las voces femeninas con las masculinas de mediavoz I, II y IIA, dejando la parte más grave a los nuevos barítonos. En función de las tesituras, puede ser necesario modificar la tonalidad para adaptarla. Al igual que ocurre con los instrumentos de viento habrá que prestar especial atención al fraseo de tal manera que permita a los cantantes respirar sin problemas.


1.6. El ritmo (I)



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Cada género o estilo musical suele ir asociado con un tipo de ritmo y un rango de tempi. Esto no quiere decir que sea obligatorio usar esos ritmos y tempi, pero se pueden tener como marco de referencia. Los instrumentos que interpretan la base rítmica por lo general son los encargados de señalar y mantener el compás. Se pueden utilizar para marcar con claridad los inicios y finales del fraseo, así como para enfatizar determinadas partes melódicas. No es posible hacer un repaso exhaustivo de ritmos pero sí vamos a ver con más detenimiento algunos de ellos por las posibilidades que nos ofrecen al preparar un repertorio para nuestra clase.

Ritmo shuffle o swing
El ritmo atresillado, también conocido como ritmo shuffle o swing, es típico de blues, jazz y country pero también aparece frecuentemente en otros géneros como rock, funk o hip hop. Consiste en alargar la duración de la primera corchea de cada dos como si fuera parte de un tresillo de corcheas formado por una negra y una corchea. No obstante, no es una medida exacta porque depende de la interpretación de cada artista.

A la hora de escribir este ritmo podemos utilizar directamente un tresillo formado por una negra y una corchea. Otra opción es escribir corcheas sin tresillo y utilizar la función swing en nuestro editor de partituras. En MuseScore se encuentra en el menú lateral izquierdo de paletas. Se aplica haciendo clic sobre la palabra "swing", arrastrándola hasta la primera figura o silencio del pentagrama al que queramos aplicarlo y soltándola allí.

Algunas muestras de este tipo de ritmos se escuchan en "Revolution" de The Beatles, "The Passenger" de Iggy Pop, "Fool in the Rain" de Led Zeppelin, "Girl They Won't Believe It" de Joss Stone.


Los ritmos atresillados también suelen aparecer en baladas de blues, rock, doo-wop y pop en forma de compás de 12/8 y a veces de 6/8. Algunos ejemplos de este estilo son "I Put a Spell on you" de Screamin' Jay Hawkins, "Only you" de The Platters, "Everybody Hurts" de R.E.M., "We Are The Champions" de Queen, "Nothing Else Matters" de Metallica y "Crazy" o "Cryin'" de Aerosmith.





1.7. El ritmo (II)


Ritmo 3+3+2
En la música actual hay un patrón rítmico recurrente que aparece en múltiples canciones de diversos géneros musicales como pop, rock, música electrónica, música latina, etc. Consiste en agrupar de forma asimétrica las subdivisiones del compás de 4/4. Esto da como resultado un patrón rítmico 3+3+2, formado por tres corcheas, tres corcheas y dos corcheas, que genera síncopas y modifica los acentos convencionales en los pulsos fuertes de dicho compás.

En realidad se trata de un tipo de ritmo aditivo o aksak, típico de la música tradicional balcánica y que ya Bartok y Stravinsky utilizaban en sus obras. Nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, en los últimos tiempos está gozando de gran popularidad en la música comercial, probablemente por influencia del ritmo base de dembow utilizado en el reggaeton, que también presenta la agrupación 3+3+2 dentro del compás de 4/4.

A modo de ejemplo mencionaremos canciones como "Clocks" de Coldplay, "All of Me" de John Legend, "Cheap Thrills" de Sia o "Bailando" de Enrique Iglesias.



Otra variante de estos patrones rítmicos la encontramos en canciones como "Sorry" de Justin Bieber o "Shape of You" de Ed Sheeran. En este caso la agrupación 3+3+2 se aplica a nivel de semicorcheas.



1.8. La melodía


Se trata de un elemento esencial en la adaptación. Lo más deseable sería que la melodía se pareciera lo más posible a la de la pieza original. Sin embargo, en ocasiones será necesario introducir algunos cambios para adaptarla a nuestras circunstancias. Este elemento ha de ser necesariamente analizado en conjunción con el apartado anterior dedicado a instrumentos y/o voces. Así pues, analizaremos el ámbito de la melodía que pretendemos adaptar y su compatibilidad con el instrumento encargado de tocarla valorando cuestiones ya mencionadas como la extensión o el registro más asequible para nuestro alumnado del instrumento.

Este es un buen momento para sopesar la posibilidad de transportar la pieza a otra tonalidad y facilitar así su interpretación. Si la pieza presenta una armadura repleta de alteraciones va a ser difícil llevarla a la práctica del aula. En este sentido, hay que tener en cuenta la parte melódica y también la armónica generalmente asignada a los instrumentos de láminas, para los cuales solemos contar con alteraciones limitadas.

En el caso de instrumentos de viento o voces debemos acordarnos de adaptar el fraseo, acortando un poco la duración de las figuras que puedan dar problemas y modificando las frases que resultan demasiado largas. Tocar la pieza en un instrumento de viento o cantarla nosotros mismos son métodos que nos permiten detectar fácilmente las partes en las que no hay tiempo suficiente para respirar al interpretarlo en flauta.


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Asimismo, podemos valorar la posibilidad de asignar fragmentos de una misma melodía a diversos instrumentos o grupos de instrumentos. En este caso, habrá que prestar especial atención para no partir los motivos que conforman las frases musicales en la división.

A continuación se incluyen los tutoriales en video que explican en primer lugar las funciones básicas que necesitamos saber para escribir y editar una melodía en MuseScore y en el siguiente vemos cómo realizar el proceso de transportar una pieza en este mismo programa.

Quienes utilicen la versión 3 de MuseScore habrán de ir al menú Herramientas, luego seleccionar Transportar…tal y como se ve en la imagen. En el cuadro de diálogo que aparece se encuentran todas las opciones para poder seguir las instrucciones que se dan en el tutorial.


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Tutorial MuseScore 1 Escribir una melodía




Tutorial MuseScore 4 Transporte de piezas




1.9. La textura


En el presente apartado vamos a comentar algunas técnicas y recomendaciones para configurar la textura de la pieza que estamos adaptando:

  • Unísonos y octavas: la combinación de unísonos y octavas es una técnica sencilla a la vez que efectiva para enfatizar claramente la melodía. Se trata de decidir a qué instrumento o grupo de instrumentos se asigna la melodía principal, puede ir tocada por otro instrumento o grupo de instrumentos al unísono o bien doblada a la octava a lo largo de toda la pieza o en determinados momentos. Esta técnica nos permite jugar con los timbres disponibles y puede causar un efecto sorprendente.
  • Escritura a dos voces: se puede aplicar al escribir para dos instrumentos melódicos o haciendo dos grupos principales con los instrumentos de los que dispongamos. Al ser solamente dos melodías prestaremos atención al aspecto vertical pero también al horizontal de las mismas. Las voces pueden seguir un movimiento directo o paralelo, contrario u oblicuo. Se suelen priorizar los intervalos de terceras y sextas. Las cuartas y quintas encajan bien en notas largas y partes acentuadas. Por su parte, las segundas y séptimas rara vez aparecerán y si lo hacen suele ser en movimiento contrario. Para ello se pueden utilizar las técnicas:
    • Soli: cuando ambas voces siguen el mismo ritmo pero a distintas alturas.
    • Melodía y contramelodía: cuando ambas voces siguen diferentes ritmos.
  • Escritura a tres voces: esta opción supone una textura más densa y rica que nos permite formar tríadas. Por esta razón prestaremos más atención al aspecto vertical de las armonías y menos al aspecto horizontal de las diferentes melodías. En este caso se pueden poner en práctica las técnicas:
    • Soli abierto: cuando entre la nota más grave a la más aguda hay más de una octava.
    • Soli cerrado: cuando entre la nota más grave a la más aguda hay menos de una octava.
    • Entre las múltiples posibilidades está la opción de escribir dos voces en soli con una segunda voz intermedia a distancia de tercera o sexta y la tercera voz doblada a la octava.
  • Escritura a cuatro voces: duplicaremos una nota de cada acorde para obtener las cuatro voces. Para ello, en los acordes construidos sobre los grados I, IV y V lo más recomendable será duplicar la nota fundamental de cada uno de ellos. Sin embargo, para duplicar los acordes sobre el II grado suele dar mejor resultado duplicar su tercera. Pueden usarse las técnicas de soli abierto y cerrado como en el caso anterior.

1.10. La armonía (I)



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En cuanto a la armonía debemos tener en consideración cuestiones fundamentales como la conducción de las voces y el equilibrio de intensidades que veremos en el apartado de dinámicas. También es esencial conocer las posibilidades disponibles para crear acompañamientos.

La conducción de las voces nos permite configurar el conjunto armónico de tal manera que no haya saltos abruptos en las diversas melodías con lo conforman. Para ello se analizan las melodías desde el punto de vista horizontal y se emplea en cada momento la versión del acorde (en estado fundamental o sus inversiones) más apropiada para que las voces se muevan sin sobresaltos. Es especialmente importante aplicar esto en las voces intermedias para un resultado más natural y que será más fácil de interpretar.

Cuando dos acordes sucesivos contengan la misma nota hay que tratar de mantenerla en lugar de utilizar el movimiento paralelo. En cuanto a las notas que no coinciden las moveremos a las más cercanas para una conducción de las voces lo más suave posible.


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Al crear acompañamientos los acordes que pueden aparecer con diversas configuraciones:
  • Acorde en bloque: consiste en tocar todas las notas del acorde simultáneamente.
  • Acorde roto: consiste en tocar las notas del acorde divididas en intervalos armónicos sucesivos.
  • Acorde arpegiado: consiste en tocar las notas del acorde sucesivamente. Suele aparecer en figuraciones cortas y en movimiento ascendente, pero puede adoptar múltiples formas si asignamos duraciones distintas a las notas o creamos un determinado patrón.

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A continuación se incluyen algunas técnicas útiles para construir acompañamientos.

En primer lugar hablaremos de la nota pedal o bordón, que abarca varios compases y puede aparecer representado como una nota o un acorde largo unido con ligaduras, o bien repetido muchas veces para aportar carácter rítmico. Se trata de un recurso habitual en los acompañamientos sobre todo para instrumentos de láminas.

  • Nota pedal: la nota sostenida suele ser la fundamental del acorde de tónica o bien del acorde de dominante de la tonalidad en que esté la pieza. Este tipo de sonidos prolongados se suelen asignar a los instrumentos de láminas de registro bajo e intermedio. Si utilizamos esta técnica podemos jugar con la sensación de tensión y relajación que produce la combinación del sonido mantenido en el tiempo con las diferentes armonías por las que discurre la pieza musical.

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  • Bordón: en este caso se emplea la tónica como nota más grave junto con el quinto grado o dominante correspondiente. El bordón se suele asignar a los instrumentos de placas de registro más grave. Tenemos a nuestra disposición diversas configuraciones:
    • Armónico: en el que ambas notas suenan simultáneamente.
    • Melódico: en el que ambas notas suenan sucesivamente
    • Con cambios de octava: que forma dos grupos de dos notas cada uno que sonarán simultáneamente y se salta alternativamente entre las notas tónica + dominante y dominante + octava.
    • Cruzado: en el que las notas suenan sucesivamente e incluye también la octava superior siguiendo la combinación tónica-dominante-octava-dominante-tónica.

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1.11. La armonía (II)


El ostinato es otra herramienta indispensable para crear acompañamientos. Consiste en crear un patrón que se repite durante toda la obra o parte de ella y suele convertirse en el motor que conduce la pieza. Esta técnica está muy relacionada con las notas pedales y bordones. Suele asignarse al registro grave pero puede encomendarse a cualquier voz. El ostinato puede ser melódico, rítmico, armónico en función de que lo repetido sea un motivo melódico, una célula rítmica, una progresión de acordes o cualquier otro elemento del sonido. En cuanto a la repetición puede ser idéntica o admitir ligeras variaciones siempre y cuando permitan seguir reconociendo el patrón. Como muestra presentamos unos patrones de ostinato que aparecen con frecuencia en la música de bandas sonoras.



Teniendo en cuenta todo lo anterior vamos a ver algunos ejemplos de acompañamientos a los que podemos aplicarles la progresión de acordes de la pieza que queramos interpretar.

  • Estilos clásicos: a lo largo de la historia de la música clásica hay algunos acompañamientos que son especialmente representativos de un determinado periodo. Su versatilidad nos permite aplicarlos tanto a piezas clásicas como transferirlos a otros géneros y estilos musicales.
    • Bajo Alberti: es un acompañamiento típico del Clasicismo que consiste en tocar arpegiadas las notas de los acordes formando un patrón que se repite. Suele seguir el esquema grave, agudo, medio, agudo. Por ejemplo do-sol-mi-sol para el acorde de do mayor.
    • Trommelbass: también conocido como bajo tambor, es otro modo de acompañar habitual del periodo clásico. La configuración más conocida es una combinación de acordes rotos que se inicia en la nota más grave del acorde y luego suenan las restantes simultáneamente repetidas tres veces. También se puede presentar mediante una alternancia de una nota y su octava superior.
    • Bajo arpegiado: como su nombre indica se construye arpegiando o tocando de forma sucesiva las notas integrantes del acorde, que pueden sonar en progresión ascendente, descendente o ambas.



  • Estilos populares: desde el inicio de la música popular urbana se han utilizado ciertos acompañamientos de forma recurrente y que del mismo modo que en el apartado anterior son bastante versátiles y sobre todo asequibles para nuestro alumnado.
    • Bum-ba-di-da: es un patrón de línea de bajo que está basado en la canción "Happy Trails" de Roy Rogers que utiliza la nota fundamental, la 5ª, la 6ª y vuelta a la 5ª.
    • Chord picking: es un acompañamiento típico de la música country que emplea este tipo de acorde. Esta técnica implica tocar el acorde roto en estado fundamental empezando por la tónica junto con la 3ª y 5ª y a continuación tocar la 5ª del acorde pero una octava más grave junto con la 3ª y 5ª.
    • Balada pop: hay varios patrones típicos de acompañamiento que aparecen frecuentemente en las baladas de música pop. El primer ejemplo utiliza acordes en bloque combinando la redonda en el bajo con negras. Los siguientes ejemplos utilizan acordes rotos y el último incluye un pequeño ostinato rítmico en el bajo.
    • Boogie woogie, rock, etc.: en el ámbito del rock y sus antecesores jazz, blues, country, etc. encontramos varias opciones para acompañar piezas entre las que están el famoso walking bass del estilo boogie woogie y otras variantes. Al introducir estos patrones en MuseScore, al igual que en el caso de Bum-ba-di-da, en la mayoría de los casos será conveniente aplicar la función swing desde el menú texto de las paletas que hay en el lado izquierdo, para que la interpretación suene atresillada.



  • Otros estilos: para finalizar incluimos una propuesta de acompañamiento para algunos estilos más, que se podrían calificar en cierto modo como exóticos. Se trata de la bossa nova y el reggae, aunque dependiendo del nivel que tengan nuestros estudiantes pueden resultar algo más complicados debido a sus ritmos.



1.12. Otros aspectos musicales


Melodía, ritmo y armonía son los elementos más relevantes pero no hay que dejar de lado otros aspectos muy interesantes como las indicaciones dinámicas, las articulaciones o los signos que marcan las respiraciones, entre otros. Con ellos contribuiremos a mejorar la riqueza y la calidad expresiva de la interpretación.

Dinámicas
Las indicaciones dinámicas pueden aportar una nueva dimensión a la pieza y contribuyen a que los archivos creados en editores de partituras suenen más naturales dentro de sus posibilidades.

Siempre que estemos trabajando con varias voces hemos de cuidar el equilibrio de intensidades para que todo se escuche en su justa medida. En una melodía acompañada habrá que mantener todas las partes encargadas del acompañamiento a un volumen homogéneo haciendo que todas se puedan escuchar sin tapar a la melodía principal. Cada participante debe ser capaz de escuchar su aportación dentro de la interpretación conjunta.

Con la dinámica podemos crear momentos de tensión y otros de relajación. Analizando la estructura de las frases y secciones detectaremos los puntos donde se puede aplicar una intensidad más fuerte y más suave a lo largo de la pieza, así como dónde se encuentra el clímax de la canción. Por regla general, se suele empezar con una intensidad suave, crece un poco en la primera estrofa y la mayor intensidad se aplica en el estribillo.

Articulaciones
En cuanto a las articulaciones, si la pieza original es cantada podemos añadir ligaduras de expresión sobre las notas que forman parte de una misma palabra o frase en la letra. Por otra parte, el uso de articulaciones en ocasiones es necesario para que el archivo de partitura que estamos creando suene lo mejor posible.

Por ejemplo, si escribimos varias notas iguales seguidas para flauta en MuseScore al reproducirlas sonarán casi como una sola nota continua sin separación. Una buena manera de solucionar esta situación es asignar la articulación staccato desde el menú lateral izquierdo de paletas arrastrándolo y soltándolo sobre la nota en la que se quiere aplicar. Posteriormente podemos ocultar estos signos para que no interfieran al utilizar la partitura en clase. Para ocultarlos los seleccionaremos y pulsaremos la tecla "v" que los hace invisibles.


1.13. La partitura resultante


Partitura en papel

El hecho de emplear partituras digitales no significa que tengamos que limitarnos a esto y no podamos seguir aprovechando el formato papel. Por esta razón, antes de comentar las partituras digitales, se incluyen algunas cuestiones a considerar sobre la partitura en papel:

  • Añadir la numeración de páginas, el número de compás (al menos el primero de cada sistema) o en su caso asignar letras a las diversas partes de la pieza nos ayudará a organizarnos y que el alumnado no se pierda al ensayar.
  • Los cambios de página: si la pieza es larga, hemos de tener en cuenta dónde se hacen los cambios de página y que estos se puedan hacer de forma sencilla.
  • El tamaño del papel: es importante por ejemplo para los encargados de tocar la percusión que pueden estar más alejados de su partitura que otros intérpretes.
  • Asegurarnos de que signos como indicaciones dinámicas y articulaciones aparecen en todas las partes y en las correspondientes partichelas.

Partitura en formato digital
Contar con una partitura hecha en un editor de partituras nos va a proporcionar un recurso de gran versatilidad para aplicar en nuestra labor docente. El archivo de MuseScore nos da un abanico de posibilidades para generar diversos materiales útiles para practicar la pieza con nuestro alumnado.

  • Utilizarlo a modo de partitura interactiva desde el ordenador del aula o bien con la partitura publicada en línea. Dicha partitura interactiva va indicando dónde estamos en cada momento mediante una sombra coloreada y ello ayuda a seguir la partitura al alumnado, especialmente al que le cuesta más la lectura de partituras. Si lo usamos como "play along" podemos silenciar la parte que tenemos que tocar como un karaoke o bien ir progresivamente silenciando partes hasta no utilizar ninguna. Nos permite usar metrónomo si lo consideramos necesario.
  • Generar un archivo de audio de la partitura como "play along" para practicar tanto en el aula como en casa, si lo publicamos en línea. El audio puede contener todas las partes o bien omitir la parte que tiene que tocar el intérprete como en un archivo de karaoke.
  • Exportar en formato pdf para enviar a los estudiantes, aunque esta opción es más limitada y no ofrece tantas posibilidades como las anteriores.
  • Imprimir la partitura completa y/o las partichelas correspondientes en papel para realizar un concierto. Esta opción es conveniente si se carece de acceso a ordenadores y a internet.

Finalmente se incluye una colección de tutoriales en video que nos permitirán sacar todo el partido a este editor de partituras desde la instalación del programa, notación tradicional, notación de percusión, tablaturas, edición de imágenes, colores, partichelas, etc. hasta su publicación y uso del reproductor online. Algunos de estos tutoriales aparecen también a lo largo de este curso en otros apartados específicos en los que se habla de los temas tratados en ellos.


Tutorial MuseScore 1 Manejo básico para escribir una melodía



Tutorial MuseScore 2 Notación de patrón rítmico para set de percusión



Tutorial MuseScore 3 Notación, tablaturas y acordes para guitarra o ukelele



Tutorial MuseScore 4 Transporte de piezas



Tutorial MuseScore 5 Uso del inspector



Tutorial MuseScore 6 Imágenes en partituras



Tutorial MuseScore 7 Partitura interactiva offline



Tutorial MuseScore 8 Publicar partitura online



Tutorial MuseScore 9 Insertar partitura online



Tutorial MuseScore 10 Partitura interactiva online



Tutorial MuseScore 11 Partichelas



Tutorial MuseScore 12 Generar base de audio



Tutorial MuseScore 13 Archivos MIDI



Tutorial MuseScore 14 Musicogramas



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