Expresión del conocimiento

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Libro: Expresión del conocimiento
Imprimido por: Invitado
Día: sábado, 23 de noviembre de 2024, 11:15

1. Introducción

  

NARRACIÓN DEL AUDIO

Bienvenidos y bienvenidas al libro dedicado a la expresión del conocimiento y la evaluación.

Este libro está estructurado en 4 capítulos.

  • En el primero podréis encontrar los contenidos relacionados con la importancia de ofrecer diferentes vías de expresión del conocimiento y su relación con los procesos de evaluación de los aprendizajes.
  • En el segundo, encontraréis aquellos aspectos que tienen que ver con la evaluación sumativa.
  • El tercero se dedica a profundizar un poco más en los instrumentos de evaluación que pueden ayudarnos a que cualquier actividad de expresión del conocimiento pueda ser evaluable.
  • Por último, para los que queráis saber más,  hemos incluido un cuarto capítulo en el que encontraréis enlaces con contenidos de ampliación.

¡Buen aprendizaje! 

2. Expresión del conocimiento



En este apartado, vamos a centrarnos en los aspectos relacionados con las vías de expresión del conocimiento. Y lo vamos a hacer, poniéndola en relación con una de las cuestiones centrales para el aprendizaje como es la evaluación.

Antes de entrar en materia, queremos redundar en una cuestión importante. Nos referimos a la relación de la expresión del conocimiento con todo lo que ya se ha comentado sobre el acceso a la información. Destacando en concreto la presentación de la información utilizando diferentes formatos. Acceso y expresión en este sentido son espejo y reflejo. 

Dicho esto, entramos en materia.

Como marco general cabe decir, que partimos de la premisa de que toda expresión es evaluable. 

Esto nos lleva a poner el foco en dos asuntos fundamentales. 

Por un lado, en cómo vamos a trabajar para que el alumnado pueda expresar fácilmente y de múltiples maneras lo aprendido. 

Por otro, en cómo todas esas vías de expresión pueden ser evaluables y a su vez, objeto de feedback formativo. Es decir, enriquecedoras de los procesos de evaluación tanto formativa como sumativa.

Dicho esto y antes de avanzar hacia propuestas más prácticas cabe destacar algunas ideas clave:

  • En primer lugar,  el rol determinante de la expresión del conocimiento como apoyo al aprendizaje y a la propia enseñanza. 
  • En segundo, entender que el poder de las evaluaciones para guiar el aprendizaje, en múltiples ocasiones no se observa ni se aprovecha porque la función sumativa, que proporciona grados y otras medidas a lo que se aprende, es la que domina.
  • Y en tercer lugar, enfatizar en que ofrecer evaluación formativa regularmente tiene un impacto significativo en el aprendizaje. Las actividades que programemos para facilitar la expresión del conocimiento serán el puente para que podamos ofrecer esa retroalimentación frecuente.

Ideas clave

Hablamos de hacerlas servir como puente entre la enseñanza y el aprendizaje. Deben ser actividades que, como ya hemos dicho, “faciliten la salida” del conocimiento y que a su vez nos faciliten dar un feedback tanto al alumnado como a nosotras y nosotros como docentes.

Como ya hemos adelantado al principio de esta presentación, por su intrínseca relación, se volverán a poner en relevancia muchas de las cuestiones ya abordadas tanto en el acceso a la información como en todo aquello relacionado con el feedback o regulación del aprendizaje. 

Con la diferencia de que en esta ocasión, pondremos todas esas cuestiones al servicio de la parte de la programación en la que se planifica y diseña cómo el alumnado va a expresar lo que aprende. 

Esta parte del proceso, por su importancia, ha de ser necesariamente una fase planificada explícitamente desde el principio. 

Buscamos la respuesta a la pregunta: ¿Cómo voy a propiciar que mi alumnado exprese lo que ha aprendido?

Esta planificación docente, para que sea facilitadora de la evaluación del conocimiento del alumnado sea cual sea su forma de expresión, debería contemplar los siguientes aspectos:

  1. Ofrecer diversos modos de expresarse y comunicar.
  2. Valorar y reconocer como prueba de progreso tanto lo que se aprende dentro como lo que se aprende fuera de la escuela.
  3. Facilitar la aplicación de los conocimientos en la resolución de problemas reales.
  4. Promover la transformación de los conocimientos en diversas formas de representación.
  5. Impulsar la resolución de problemas de forma creativa.
  6. Ofrecer procedimientos de autorregulación, chequeo, corrección y validación.

Veamos los diferentes puntos por partes:


1. Ofrecer diversos modos de expresarse y comunicar.

Nos referimos en este punto a garantizar dos asuntos esenciales.

Por un lado, contemplar que en la expresión del conocimiento se admitan, faciliten y se anime a utilizar diferentes formatos:

escrito, gráfico, visual, oral, manipulativo, corporal...

Por el otro, tener en cuenta e introducir apoyos a la expresión. 

Nos referimos a:

    • Recursos informáticos, es decir, soportes, aplicaciones y artefactos TIC.
    • Comunicación aumentativa y alternativa, por ejemplo, pictogramas, signos, imágenes...
    • también, productos de apoyo como por ejemplo teclados y ratones adaptados, comunicadores-reproductores o conmutadores, entre otros...

2. Valorar y reconocer como prueba de progreso tanto lo que se aprende fuera como dentro de la escuela.

En este segundo punto, hacemos referencia a que no todo el aprendizaje ocurre en la escuela. Mucho ocurre en contextos no formales como son el los museos, recintos deportivos, escuelas de música,  u otros lugares donde se llevan a cabo actividades extraescolares. Además también se aprende, de forma implícita y casi sin esfuerzo en contextos informales como son el hogar o la relación con compañeras y compañeros, amigos y amigas.

Es por esta razón de vital importancia, aprovechar el potencial de esta realidad siendo capaces de reconocer y valorar la expresión del conocimiento ocurra en el contexto de aprendizaje que ocurra.  

Nos referimos en este punto a que las diferentes opciones para la expresión que ofrezcamos al alumnado partan de la base de que sean una oportunidad para conectar lo que han aprendido dentro la escuela con la resolución de problemas próximos a su experiencia. Es decir, dotar de funcionalidad, aplicabilidad y sentido real a lo que les enseñamos.

3. Facilitar la aplicación de los conocimientos en la resolución de problemas reales.

Estrechamente relacionado con los dos puntos anteriores, en este tercer punto, aludimos a que, en la expresión del conocimiento, se dé al alumnado la opción de expresar lo que sabe resolviendo situaciones reales, simulaciones, situaciones hipotéticas, realización de proyectos…Es decir, dotar a la expresión del conocimiento de funcionalidad, aplicabilidad y sentido real. Esto nos permitirá evaluar cómo el conocimiento es puesto en acción.

4. Promover la transformación de los conocimientos en diferentes formas de representación.

Indicamos aquí, la importancia de que, en la expresión del conocimiento, se promueva, facilite e invite a cambiar el formato. La idea esencial es que, aunque partamos de aquel formato que a cada alumno o alumna le resulte más cómodo puedan, a partir de ese, explorar y aprender otros. Facilitar esta práctica,  como ya se ha explicado en otros apartados, favorecerá un mejor procesamiento de la información y por tanto un aprendizaje de mayor calidad, más significativo.

5. Impulsar la resolución de problemas de forma creativa.

Nos referimos a ofrecer, en la expresión del conocimiento,  la posibilidad de hacerlo desarrollando la habilidad de encontrar soluciones variadas, alternativas y creativas a los problemas. Es decir, aprender a mejorar o incluso a crear cosas nuevas a partir de una dada. Siendo ese desempeño, evaluable.

6. Ofrecer procedimientos de autorregulación, corrección, chequeo y validación.

Nos centramos aquí en la finalidad de la expresión del conocimiento, la cual, a su vez, conecta directamente con el feedback así como con la dimensión formativa de la evaluación.

Estamos hablando de todas aquellas estrategias, procedimientos, recursos o técnicas que ayudarán a nuestro alumnado a saber qué han hecho bien y porqué, así cómo qué deben mejorar y de qué manera.

Algunos ejemplos de ello serían, Las listas de comprobación, las rúbricas, las dianas de evaluación, los diarios de aprendizaje o los porfolios.

Para finalizar este apartado y antes de entrar en la evaluación sumativa, os ofrecemos un decálogo que recoge de forma resumida algunas recomendaciones sobre qué hacer y qué no hacer respecto a la expresión del conocimiento.

3. Evaluación sumativa


Llegados a ese punto pasamos a centrarnos en algunos de los aspectos relacionados con la evaluación sumativa.

Cabe  recordar dos cuestiones importantes.

Por un lado y como ya se ha explicado anteriormente, decir que, la evaluación sumativa es la función de la evaluación que proporciona grados y otras medidas a lo que se aprende.

Por otro, como también se ha dicho ya,enfatizar de nuevo en que, toda expresión del conocimiento es evaluable y por tanto calificable. 

Queremos decir con esto que, existen múltiples formas de llegar a una calificación y que son alternativas al examen. Es decir, para llevar a cabo una evaluación auténtica, aquella que ayuda a aprender, será necesario atender a esas múltiples formas de expresión del conocimiento y además, aprender a “calificar” desde las mismas.

A continuación podéis ver recogidos aquellos aspectos esenciales que debe cuidar cualquier actividad de expresión del conocimiento que vaya a formar parte de la calificación final del alumnado.

Todos ellos han aparecido ya cuando hemos hablado de expresión del conocimiento. De cualquier modo es oportuno redundar en ello por lo importante y delicado del momento en el que transformamos el conocimiento en calificación.

Hablamos de:

    • Ofrecer una amplia variedad de situaciones.

    • Contemplar tareas individuales y grupales.

    • Lograr conocer diferentes niveles de dominios y el potencial de aprendizaje.

    • Devolver los resultados de la actividad planteada.

No obstante y sabiendo el lugar en cuanto a frecuencia que ocupan los exámenes, es importante acabar este bloque con algunas orientaciones para que, si decidimos hacerlos, éstos, constituyan un facilitador de la “salida del conocimiento” en el que lo complejo no sean las preguntas si no las respuestas. En otras palabras, estamos hablando de hacer accesibles los exámenes. 

A tener en cuenta en los exámenes

Al realizar exámenes y ejercicios de calificación individual habrá que tener en cuenta:

1. La accesibilidad en la forma, la presentación e instrucciones.

2. La flexibilidad  del tiempo y los espacios así como la distribución de los mismos.

3. Ofrecer, siempre que sea necesario, apoyos técnicos y/o personales para la realización de las actividades de evaluación. 

1) En cuanto a la accesibilidad en la forma, la presentación e instrucciones cabe destacar que, la prueba, siempre debe estar diseñada con una complejidad próxima a las competencias del alumnado. Es decir, debe ser una oportunidad para que exprese lo que sabe con facilidad. Esto lo conseguiremos si la elaboramos atendiendo a diferentes niveles de complejidad. 


Aquí podéis ver lo que queremos decir con diferentes niveles de complejidad. Hablamos de ir desde actividades basadas en reproducir hasta otras que planteen crear hipótesis y situaciones problema. Esto, pasando por comprender, analizar y sintetizar, resolver dando soluciones o procedimientos adecuados, comunicar la solución, plantearse la solución y valorar soluciones alternativas.



2) La flexibilidad  del tiempo y los espacios así como la distribución de los mismos nos referimos a, por ejemplo:
    • Ayudar a reconducir la atención a lo fundamental de la prueba
    • Evitar que coincidan varios exámenes el mismo día
    • Realizar evaluaciones cortas y frecuentes ya que se trata de valorar lo que saben y no la dificultad para hacer el examen
    • Permitir una distribución flexible de las pruebas
    • Facilitar una  ubicación que favorezca la concentración
    • Permitir descansos durante la misma
    • Ayudar en la gestión del tiempo
    • Realizar la prueba en varias sesiones
    • Aumentar el tiempo permitido para completar la prueba

Flexibilidad del tiempo y los espacios y su distribución

3) Y en lo referente a ofrecer, siempre que sea necesario, apoyos técnicos y/o personales para la realización de las actividades de evaluación algunos ejemplos serían:

    • Permitir Uso de papel pautado (líneas, cuadrículas)

Para acabar recapitularemos diciendo que, a lo largo de este bloque relacionado con las vías de expresión del conocimiento, hemos expuesto  la relación de éstas con la evaluación tanto formativa como sumativa poniendo en relevancia la importancia de ofrecer diferentes vías que faciliten la salida del conocimiento y poniendo especial cuidado cuando esa expresión vaya a transformarse en calificación.

 

4. Instrumentos de evaluación

Este capítulo está centrado en profundizar un poco más en algunos instrumentos de evaluación.

En primer lugar y antes de presentarlos, queremos dedicarle unas líneas a la observación como habilidad o destreza fundamental y transversal para poder utilizar con éxito las diferentes herramientas de las que vamos a hablar más adelante.

En el marco de la evaluación, la observación nos permite recoger la información necesaria para poder emitir un feedback adecuado a nuestro alumnado. 

“La observación tiene como fin recoger información fiable y válida de un alumno, de un grupo de ellos o de la clase entera sobre algún aspecto relacionado con la vida escolar.”

Esta observación debe cumplir las siguientes características para que nos sea útil para la evaluación: 

  1. Debe ser intencional, es decir, debemos tener la intención de evaluar cuando observamos.
  1. Debemos tener claro el objetivo para el que evaluamos, para que seamos conscientes de qué es lo que estamos buscando en la observación.
  1. Hemos de hacer una recogida de datos estructurada, teniendo como base el objetivo perseguido.

Podemos observar tanto el comportamiento de nuestro alumnado, como los diferentes instrumentos que más tarde veremos.

Mediante una adecuada observación seremos capaces de hacer una evaluación más fiable y que nos permita realizar tanto la evaluación sumativa como la formativa.

Así pues, la observación se constituye como un medio indispensable para la recogida de informaciones al servicio del proceso evaluativo. 

En resumen, la observación sistemática es un medio privilegiado para efectuar una evaluación formativa de calidad. Constituye el ineludible trabajo de reflexión para la elaboración de instrumentos como los que se exponen a continuación.

Dicho esto, entramos a las herramientas propiamente dichas.

La infografía que podéis ver a continuación es un resumen visual que incluye las que hemos seleccionado como contenido para este capítulo. Todas ellas pueden ayudar en la evaluación con formatos alternativos a los exámenes.

Si queréis ampliar la información de cada una de ellas podéis pinchar en los enlaces que se han incluido y accederéis a una ficha más detallada. También tenéis información detallada en el libro Estrategias y herramientas de evaluación del curso en abierto "Estrategias de evaluación para el aula".

Esperamos que os sea de utilidad. 

5. Para saber más...


AQUÍ OS DEJAMOS ALGUNOS ENLACES PARA AMPLIAR:

  • Proyecto GapPisa. Proyecto del grupo de investigación SINTE (Seminario Interuniversitario de Investigación sobre estrategias de enseñanza y aprendzaje), coordinado por el Dr. Carles Monereo (Universitat Autònoma de Barcelona). Es un proyecto centrado en transferir el conocimiento centrado en sus investigaciones para mejorar hacia una evaluación formativa, competencial e inclusiva. 

  • Guía de evaluación auténtica. E-book que recoge información sobre evaluación formativa y detalla algunos de los instrumentos que se pueden utilizar para llevarla a cabo. 

  • La evaluación motor de cambio. Vídeo de 56'20" en el que Neus Sanmartí, (profesora y catedrática de la universidad Autónoma de Barcelona) reflexiona sobre cómo la evaluación puede impulsar mejoras clave en la mejora de los procesos de aprendizaje.

  • La naturaleza del aprendizaje. Capítulo 6 que el libro "La naturaleza del aprendizaje" dedica al rol de la evaluación formativa en los entornos de aprendizaje eficaz.

  • Contextos de aprendizaje: formales, no formales e informales  Artículo que aborda como la emergencia de los espacios no formales de aprendizaje, como extensión y alternativa a las formas tradicionales de enseñanza, ha reconfigurado de algún modo las formas de entender el aprendizaje de las personas.