TUTOR DE EMPRESA
Sitio: | Aula Virtual de Formación en línea (ISMIE) |
Curso: | MOOC FORMACIÓN PARA TUTORES DE EMPRESA |
Libro: | TUTOR DE EMPRESA |
Imprimido por: | Invitado |
Día: | jueves, 26 de junio de 2025, 13:34 |
Descripción
El objetivo de este módulo es conocer las funciones que debe ejercer el TUTOR DE EMPRESA, y cómo debe planificar sus actuaciones, previamente con el tutor del centro y posteriormente con el alumno.
1. FUNCIONES DEL TUTOR DE EMPRESA
Las principales funciones del tutor de empresa u organismo equiparado son:
a. Colaborar con el tutor del centro docente, en la identificación de los resultados de aprendizaje del plan de formación que se desarrollarán en la empresa (4.2.1) (4.2.2).
b. Participar en la asignación de la persona a formar en la empresa (4.2.3).
c. Acoger a la persona en formación durante la FFE (4.2.4).
d. Velar por el correcto desarrollo del plan de formación, en uno o varios puestos de la empresa u organismo equiparado (4.2.5).
e. Valorar la adquisición de los resultados de aprendizaje previstos (4.2.6).
Estas funciones conllevan diferentes actuaciones por parte del tutor de empresa a lo largo del proceso formativo del alumno con diversas implicaciones, como veremos a continuación, en función del momento del proceso que se trate.
2. ACTUACIONES DEL TUTOR DE EMPRESA
El tutor de empresa desempeña un papel crucial en la formación de los alumnos de Formación Profesional durante su estancia en la empresa. Sus principales funciones incluyen la planificación de la formación, la acogida y orientación del alumno, el seguimiento y acompañamiento en su proceso de aprendizaje, y la evaluación de sus resultados. Además, el tutor de empresa colabora estrechamente con el tutor del centro educativo para asegurar que el alumno adquiera las competencias necesarias y se integre adecuadamente en el entorno laboral. Este rol es fundamental para garantizar una experiencia formativa completa y enriquecedora para el estudiante.
2.1. Antes de la incorporación a la empresa
El tutor de empresa va a coordinarse con el tutor de centro durante todo el plan de formación por lo que es importante que, antes de empezar, se traten algunos temas y queden resueltas las posibles dudas o inquietudes, que pueden estar relacionadas con:
- Canales de comunicación entre ambos tutores y periodicidad.
- Documentación a cumplimentar, con especial atención a los anexos responsabilidad del tutor de empresa.
- Régimen, modalidad y curso en que se encuentra matriculado el alumno a tutorizar.
- Pautas para realizar el seguimiento y valoración del alumno.
- Otros temas de carácter práctico o logístico.
En las reuniones previas, el tutor de empresa debe tener un esquema claro de cuáles son las actividades profesionales que se desarrollan en su centro de trabajo y en las que se pretende formar al alumno. Contar con una descripción de cada puesto de trabajo, será muy útil para planificar la distribución del plan de formación entre centro y empresa. El tutor de centro le orientará en el ajuste entre esas tareas y los diferentes módulos profesionales de los que se compone el ciclo formativo. Se concreta así la parte de la formación que se podrá seguir en la empresa.
Cada alumno dispondrá de un plan de formación que identificará los resultados de aprendizaje cuya impartición se realiza en la empresa o conjuntamente con la empresa. El plan de formación será elaborado por el tutor del centro docente en colaboración con el tutor de empresa conforme al modelo establecido en el anexo correspondiente
El número de horas de formación en la empresa, dependerá del régimen en que se encuentre el alumno, general o intensivo. Es el tutor de centro quien deberá asegurarse de que el reparto cumpla con los porcentajes establecidos según la normativa y que la suma de horas se corresponda con el total de horas previstas en el currículo correspondiente.
2.2. Orientaciones para las actividades a realizar en la empresa
Se debe analizar qué se hace habitualmente en la empresa, se trata de detallar cuáles son las funciones del puesto de trabajo o las de otros puestos que pueden estar relacionados con la formación del alumno. Seguidamente, hay que desglosar esas funciones en tareas concretas del día a día: consiste en detallar paso a paso lo que se hace, dentro de cada función. En otros términos, las funciones responden a QUÉ HACER y las tareas concretas a CÓMO HACERLO. Detalladas las tareas, el siguiente paso sería contrastar esa descripción de lo que se hace en la empresa con el contenido del ciclo formativo que cursa el alumno.
Este proceso se lleva a cabo conjuntamente con el tutor de centro, que es el experto en el contenido de la formación. Es el momento para que el tutor de empresa pregunte y clarifique todos aquellos términos con los que puede no estar familiarizado, ya que forman parte de la terminología educativa y no necesariamente del trabajo diario de la empresa.
A continuación, se presenta un ejemplo de la distribución entre centro y empresa de resultados de aprendizaje de dos módulos profesionales del ciclo formativo de grado medio “Farmacia y Parafarmacia”, de la familia profesional de Sanidad. Accede al ejemplo
2.3. Asignación de los alumnos
El centro docente realizará una propuesta de asignación de alumnos a la empresa.
Para este proceso, resulta de mucha utilidad que la empresa facilite al centro las competencias, básicas y/o transversales que considera fundamentales para la actividad profesional que en la misma se desarrolla y que pueden derivar en un mejor ajuste empresa/alumno, como pueden ser la capacidad para la toma de decisiones, el trabajo en equipo o la innovación y creatividad.
2.4. Acogida del alumno en la empresa
Para muchos alumnos de FP, el periodo de formación en la empresa representa el primer contacto con el mundo laboral, lo que les supone una fuente de inquietud y nerviosismo. Por este motivo es crucial que la empresa organice un buen sistema de acogida. Se trata de tener claro qué, cómo, cuándo, dónde y quién los recibirá al llegar y evitar improvisaciones.
Para ello, es muy útil la elaboración de un “Plan de Acogida”, documento donde la empresa explica cómo será el proceso de integración del alumno en la empresa y que facilita además la labor de ambos tutores.
Por lo que respecta al alumno, el plan de acogida facilita su adaptación e implicación con la empresa, le orienta sobre qué se espera de él y sobre cuáles son los objetivos y resultados de su formación. Si el alumno carece de esta información puede no cumplir adecuadamente con las tareas asignadas y su motivación e interés pueden resentirse.
Es imprescindible que el alumno tenga toda la información necesaria antes de incorporarse a la empresa (visita a la empresa, presentación de compañeros, horario, asuntos administrativos, revisión del plan de formación, documentación y/o material que requiere, personal implicado en su formación, etc.)
El plan de acogida debería recoger, al menos, las siguientes actuaciones:
2.5. Formación del alumno en la empresa
Una vez que se ha realizado la acogida en la empresa, comienza propiamente la etapa de formación del alumno en la empresa. Las competencias adquiridas en el centro docente proporcionan al alumno una fuerte base teórica, pero es en la empresa donde realmente puede poner en práctica lo aprendido en un entorno real.
El tutor de la empresa tiene un papel fundamental al guiar al alumno para que el "saber" que adquiere se transforme en un "saber hacer" y en un "saber ser/saber estar". Esta combinación es esencial para que el alumno se convierta en un profesional competente, actualizado y responsable.
El tutor de empresa sabe exactamente qué enseñar y cómo hacerlo. El "qué" se define en el plan de formación, mientras que el "cómo" requiere de herramientas y habilidades que el tutor ya posee o puede desarrollar.
- SABER: Incluye datos, hechos, información y conceptos.
- SABER HACER: Se refiere a las habilidades y destrezas técnicas necesarias para aplicar el conocimiento.
- SABER SER/SABER ESTAR: Implica comportamientos, actitudes y valores que permiten aplicar el conocimiento en diversas situaciones.
El tutor de empresa debe ajustar su enseñanza a lo que se recoge en el plan de formación elaborado conjuntamente con el centro docente.
En el plan de formación se detalla:
- La distribución de los resultados de aprendizaje entre empresa y centro.
- El calendario de la formación.
Es crucial que el plan de formación sea coherente, de modo que lo que se enseña en la empresa complemente lo que el alumno ya ha aprendido o está aprendiendo en el centro. En Formación Profesional, la formación práctica es fundamental, pero esta no podría llevarse a cabo sin unos conocimientos teóricos que servirán de base para entender y reforzar la práctica.
Por tanto, es aconsejable elaborar una «hoja de ruta» que permita al tutor de empresa conocer qué debe enseñar, cuándo debe hacerlo y cómo tiene que valorar el aprendizaje del alumno. Si el tutor no es el único encargado de impartir la formación, debe coordinar a otros formadores en la empresa, asegurándose de que cada uno sepa qué contenidos deben transmitir y qué nivel de destreza se espera alcanzar.
Pero la formación del alumno requiere, además:
- Prepararle para incorporarse al mundo del trabajo.
- Transmitirle valores y principios.
- Ayudarle a reconocer sus propias competencias.
- Fomentar su curiosidad y deseo de seguir aprendiendo.
En este contexto, el tutor de empresa guía al alumno, enseñándole valores como el respeto, la responsabilidad y la autonomía. A medida que el alumno avanza, el tutor debe incrementar la complejidad de las tareas y otorgar al alumno más libertad para realizarlas. Para esta función el tutor de empresa cuenta con la ficha de seguimiento periódico, en donde realizará las anotaciones pertinentes que le permitirán valorar el progreso del alumno.
2.6. Valoración del aprendizaje del alumno
Una de las funciones fundamentales del tutor de empresa es la de valorar el aprendizaje del alumno en el centro de trabajo.
La valoración del progreso del alumno debe ser considerada en la evaluación final, teniendo en cuenta el tiempo que el alumno ha pasado en la empresa. El tutor de empresa valora como «superado» o «no superado» cada resultado de aprendizaje, incluyendo la motivación de esa calificación en el segundo caso. Además, realiza una valoración cualitativa de la estancia del alumno y el desarrollo de sus competencias. Para ello utilizará el Informe de valoración final del tutor de empresa u organismo equiparado. Sin embargo, es fundamental recordar que la responsabilidad de la evaluación final recae en el equipo docente.
Para registrar estas valoraciones, se pueden utilizar diversas herramientas, como:
- Cuadernos de seguimiento que el alumno completa con las tareas realizadas.
- Formularios de seguimiento específicos.
El tutor puede realizar la valoración en formato físico o digital, o bien compartirla con el tutor del centro durante las reuniones de seguimiento, quien luego la documentará en un archivo o plataforma correspondiente.
Además de valorar los conocimientos técnicos relacionados con la actividad profesional, es recomendable para la empresa, que podría considerar al alumno para futuras contrataciones, observar competencias transversales como la autonomía, la comunicación, la organización, el trabajo en equipo y la capacidad de resolución de problemas. Es recomendable que este seguimiento se realice durante todo el periodo de formación para poder apreciar la evolución del alumno desde su incorporación a la empresa.