Claves para comenzar con el ApS

Sitio: Aula Virtual de Formación en línea (ISMIE)
Curso: (C24) Aprendizaje y Servicio
Libro: Claves para comenzar con el ApS
Imprimido por: Invitado
Día: domingo, 19 de mayo de 2024, 00:45

Descripción

  

1. Procesos transversales a un proyecto de ApS .

  • Reflexión: la reflexión es uno de los elementos inherentes y esenciales a un proyecto de ApS. El aprendizaje-Servicio busca el protagonismo del alumnado, su activación. Pero no se trata de un “hacer por hacer”, una acción sin reflexión (Dewey, 1998), se trata de una actividad reflexionada, que nos lleva a problematizar aquello que hacemos, por qué lo hacemos; para qué, qué consecuencias está teniendo; cómo podemos mejorarlo; etc. (Páez y Puig, 2013). Como veremos en adelante, hay modelos en los que podemos basarnos a la hora de proponer nuestro plan de reflexión a lo largo del proceso, modelos que nos ayudan a plantear: estrategias de reflexión, objetivos de las mismas, etc.
  • Registro, sistematización y comunicación: como en cualquier otro proyecto, es importante que llevemos un registro de las actuaciones que se van desarrollando, una sistematización de la información que recabamos, esto nos ayudará a tener datos concretos, evidencias, en las que apoyar nuestra evaluación. Además, tener esta información sistematizada permitirá a otras personas hacer un seguimiento de nuestro trabajo a futuro. En este mismo punto, hemos de hablar de la comunicación en y desde nuestros proyectos. Es esencial que la comunicación interna, entre agentes sea clara, fluida e inclusiva. También es importante, que “fuera” sepan qué hacemos y por qué lo hacemos; de esta manera no solo visibilizamos y ponemos en valor lo hecho, sino que también sensibilizamos, contagiamos a otros agentes que nos rodean.
  • Evaluación: la evaluación, como venimos diciendo, es un aspecto fundamental dentro del proyecto, esta nos va a permitir identificar aquello que funciona y aquello que hemos de mejorar. En este sentido va a ser fundamental tener claro lo siguiente: qué vamos a evaluar; quién/quiénes lo van a hacer; cuándo se va a evaluar; y cómo, a través de qué estrategias. Al igual que en el caso de la reflexión, más adelante veremos cómo existen diversos recursos que nos pueden orientar en el desarrollo de la misma.

2. Las y los protagonistas en los proyectos de ApS.

Los protagonistas del ApS son el alumnado, el profesorado y los socios comunitarios.

Hablamos del alumnado y el profesorado implicado en el proyecto educativo; y de los socios comunitarios (SSCC) o partners, este es el modo en el que denominaremos a aquellos colectivos, entidades sociales, etc. con las que colaboramos.

Desde el propio diseño del proyecto es importante valorar y planificar cuál será el papel y el nivel de implicación de las distintas partes, sobre todo de alumnado y SSCC, ya que puede darse un “sobre protagonismo” del profesorado, al ser éste el que asume la responsabilidad del proyecto educativo.

Un graffiti en el que se representa a un estudiante leyendo un libro sobre la palabra Danger

3. Requisitos básicos para el buen desarrollo y sostenibilidad de esta propuesta.

En las últimas décadas, se ha ido hablando de lo que podríamos llamar los estándares de calidad en los proyectos de ApS, un ejemplo de ello dentro del contexto norteamericano es la propuesta de Billig y Weah (2008), que pone la atención sobre los siguientes elementos:

  1. El nivel de significatividad del Servicio.
  2. La vinculación del mismo con el currículo.
  3. El papel de la reflexión a lo largo del proceso.
  4. La atención a la diversidad.
  5. El protagonismo, la voz de las y los jóvenes.
  6. La consistencia de las alianzas establecidas.
  7. El seguimiento de los avances.
  8. O la duración e intensidad del propio proyecto.

En el contexto español, Puig, Batlle, Bosch y Palos (2007) proponen 15 elementos que pueden ayudarnos a mediar la calidad de nuestros proyectos, estos serían:

  1. El nivel de vinculación entre el aprendizaje y el servicio.
  2. La constatación de que se dé un aprendizaje integral.
  3. El fomento del pensamiento crítico.
  4. La coherencia pedagógica y metodológica del proyecto.
  5. La justificación y aceptación social del servicio.
  6. La adecuación, protección y el nivel de seguridad dentro del proyecto. 
  7. El trabajo en red.
  8. El nivel de reciprocidad entre los diferentes agentes implicados, y el respeto a la dignidad.
  9. El nivel de implicación que tiene la administración pública.
  10. El apoyo por parte de las familias.
  11. La presencia en el proyecto de las dimensiones grupal e individual.
  12. La presencia en el proyecto de educadores y líderes preparados y formados.
  13. La difusión y la comunicación del proyecto.
  14. La existencia de una evaluación participativa y completa.
  15. Y la posibilidad de sustentabilidad y continuidad del proyecto a futuro.

3.1. El continuo de la mejora de los proyectos de ApS.

Hay instituciones que incluso han establecido sus propios criterios de calidad y han desarrollado rúbricas para medir la misma (Casas-Cordero, 2010).

Más allá de estos criterios y requisitos, debemos destacar la idea de la posibilidad de una mejora continua en el planteamiento y desarrollo de estos proyectos, interesante aporte que nos trae Begoña Martínez (2012) y que reflejamos en la siguiente tabla:

Actividad en una materia INTEGRACIÓN CURRICULAR Proyectos integrales articulados en el PEC, etc.
Máximo control del profesorado AUTONOMIA DEL ALUMNADO Máxima autonomía del alumnado
Intención de mejora COMPROMISO CON EL CAMBIO Y LA JUSTICIA SOCIAL Compromiso de transformación
Iniciativa y responsabilidad del profesorado INSTITUCIONALIZACIÓN Iniciativa y responsabilidad de la comunidad socioeducativa

Adaptado de Martínez, 2012.

Atender a estos elementos puede ser un buen punto de partida para garantizar la calidad de nuestros proyectos.

4. Implementando el ApS en nuestra docencia.

Como decíamos, el proyecto debe pasar por las siguientes fases: diagnóstico y planificación; ejecución; y cierre. Es importante que en la fase de detección de necesidades valoremos la viabilidad de nuestro proyecto, un sistema de Evaluación DAFO puede ayudarnos en esta empresa. Como podéis ver en la siguiente tabla, éste recoge las debilidades, las amenazas, las fortalezas y las oportunidades de nuestro proyecto:

Aspectos negativos

Aspectos positivos

Origen interno

(al proyecto)

DEBILIDADES



FORTALEZAS



Origen externo

(al proyecto)



AMENAZAS



OPORTUNIDADES

Como habéis podido observar, este análisis se hace en términos de aspectos positivos y negativos que podemos identificar dentro del marco del propio proyecto (apoyo institucional, recursos con los que contamos...) y fuera del mismo (crisis económica, dificultades en la entidad con la que habíamos planeado colaborar...). Esta estrategia puede ayudarnos a identificar elementos que son modificables, retos que poder abordar; y aquellos que no lo son, pero que controlamos, de modo que no acaben siendo un impedimento para el éxito de nuestra experiencia.

Si vamos adelante en el planteamiento y desarrollo de nuestro proyecto, es preciso que detallemos con precisión los contenidos y compromisos que todas las personas implicadas (profesorado, alumnado y Socios Comunitarios) adquieren, esto puede hacerse mediante un convenio de colaboración, que se detallará en función de las posibilidades e intereses compartidos.

4.1. Checklist de revisión pre-desarrollo del proyecto.

Una vez hayas planificado tu proyecto y previo a su desarrollo, puedes utilizar la checklist que mostramos en la tabla de cara a revisar si has tenido en cuenta los elementos más esenciales.

Si

(coloca una "x" si procede)

Sí, pero deberíamos profundizar más en ello / deberíamos mejorarlo(coloca una "x" si procede)

No

(coloca una "x" si procede)

Propuesta de mejora o incorporación

(desarrolla la idea si procede)

1. El proyecto de ApS parte de la necesidades identificadas en el contexto de la comunidad.

2. Dentro del centro educativo tenemos una masa crítica suficiente que apoye el desarrollo del proyecto.

3. Nuestros partners (colectivo, movimiento, entidad ... con quienes colaboramos) conocen suficientemente la filosofía del ApS.

4. Todas las partes implicadas compartimos la filosofía del proyecto.

5. El proyecto tiene unos claros objetivos de aprendizaje.

6. El proyecto tiene unos claros objetivos de servicio.

7. Hemos realizado una evaluación inicial para estudiar la viabilidad del proyecto.

8. Las partes implicadas conocemos los compromisos que adquirimos al involucrarnos en el proyecto.

9. Tenemos claro en qué fases y cómo queremos que participen alumnado y partners, a lo largo del proyecto.

10. Existe un plan detallado que recoge: tareas, calendario y responsabilidades de las personas implicadas.

11. Cada una de las partes implicadas conocen ese plan.

12. El proyecto sitúa a nuestros partners en una relación de respeto mutuo y horizontalidad.

13. Existe un plan de seguimiento y evaluación continuada del proyecto.

14. Dentro de esa evaluación diferenciamos:

  • la evaluación referida a aspectos académicos
  • y la evaluación referente al devenir del propio proceso (desajustes, aspectos a reconducir, aciertos...).

15. Existe un plan que recoge estrategias de reflexión a lo largo del proceso.

16. Existe un plan de difusión sobre el proyecto (durante y a la finalización del mismo: dentro de la propia institución y de cara a la Sociedad / comunidad científica...).

17. Prevemos una sesión de cierre-celebración en la que:

  • Haremos una evaluación de cierre.
  • Pondremos en valor el trabajo realizado (reconocimiento a las partes implicadas).
  • Se celebrará; el cierre del mismo.

Fuente: elaboración propia (PDF para descargar)

Pensar que la calidad de nuestro proyecto, su nivel de adecuación, irán puliéndose con el tiempo. Recordad que estamos en constante aprendizaje y que un proyecto inicialmente débil, si lo fuere, tiene muchas posibilidades de mejora. Este con apoyo, tiempo y voluntad puede llegar a ser un gran proyecto.

5. Recordemos algunos elementos básicos.

Nuestro proyecto siempre ha de integrar claros objetivos educativos, con objetivos de servicio o colaboración en la Comunidad, en este sentido, las necesidades detectadas siempre han de ser contrastadas con las personas implicadas en esta Comunidad.

El Aprendizaje-Servicio, tal y como hemos podido ver, tiene un enorme potencial en relación a los siguientes aspectos, por todos ellos el ApS es una buena oportunidad para ti.

  • El desarrollo competencial del alumnado.
  • La actualización profesional y el aumento de la motivación en docentes.
  • La actualización de las entidades educativas y la revisión de su compromiso social para con la Sociedad en las que se encuentran inmersas.
  • El crecimiento y empoderamiento social de diferentes personas y colectivos en la Comunidad.
  • La democratización en general, de procesos formativos dentro de la misma.

El ApS es una propuesta basada en la colaboración y en la solidaridad, lo cual implica un alto nivel de compromiso por parte de todas las partes implicadas: alumnado, docentes, y socios comunitarios. Es importante que previo al desarrollo del proyecto, todas las partes sean conscientes de las responsabilidades que asumen. Tan importante, o más, es verificar que estas hablan un mismo idioma y comparten la misma concepción de ApS.

Recordemos, antes de lanzarte a la acción, evalúa las posibilidades de éxito del proyecto, con qué apoyos cuentas/contáis, qué dificultades podrían ser superadas (retos) y aquellas que van a ser claros obstáculos. Recuerda también que, establecer una buena planificación desde el principio, clarificar conceptos, procedimientos, fases de trabajo... va a facilitar el desarrollo del mismo, y va a minimizar las sorpresas.

El ApS es una pedagogía eminentemente práctica, donde el alumnado es protagonista, debemos garantizar su presencia activa, a ser posible, desde la planificación del proyecto, hasta el desarrollo y evaluación del mismo.

Otro aspecto que hemos recalcado una y otra vez es: acción sí, pero reflexión también, una reflexión planificada, con objetivos educativos concretos. A esto añadimos lo importante que es evaluar el trabajo que hacemos, siendo conscientes de que no podemos evaluarlo todo (competencias, impacto en la comunidad, en el profesorado, los procedimientos...), valora cuáles pueden ser los mínimos al respecto, ¿podrían ser las competencias curriculares que poníamos en juego, el cumplimiento con los compromisos adquiridos y el devenir del propio proyecto?

Y para finalizar, ¡recuerda!, es importante celebrar, reconocer y difundir aquello que hacemos, y en esto todas y todos hemos de tomar parte, todos los agentes que hemos sido protagonistas.

Te animamos a adentrarte en la maravillosa aventura del ApS, y como parte de la filosofía de esta propuesta metodológica, esperamos que lo compartas y saber de ti! Gracias!