El DECRETO 23/2023, de 23 de marzo, parte de las siguientes premisas:

- Reconocimiento a las diferencias individuales del alumnado. Y, por lo tanto, a las capacidades, habilidades, fortalezas, ritmos, intereses de aprendizaje, cultura, edad y competencia curricular, así como otras circunstancias sociales o personales de los alumnos. Todas ellas constituyen una realidad educativa que debe ser analizada y atendida desde el respeto y la comprensión de las diferencias.

- Respuesta equitativa y ajustada a estas diferencias individuales. Ha de constituir el marco de referencia en todos los procesos de enseñanza y aprendizaje.

- La atención a la diversidad abarca a todas las etapas educativas y a todos los alumnos. Se debe contemplar la diversidad del alumnado como principio y no como una medida que corresponde a las necesidades de unos pocos.