1. ADAPTACIÓN DE REPERTORIO

1.9. La textura


En el presente apartado vamos a comentar algunas técnicas y recomendaciones para configurar la textura de la pieza que estamos adaptando:

  • Unísonos y octavas: la combinación de unísonos y octavas es una técnica sencilla a la vez que efectiva para enfatizar claramente la melodía. Se trata de decidir a qué instrumento o grupo de instrumentos se asigna la melodía principal, puede ir tocada por otro instrumento o grupo de instrumentos al unísono o bien doblada a la octava a lo largo de toda la pieza o en determinados momentos. Esta técnica nos permite jugar con los timbres disponibles y puede causar un efecto sorprendente.
  • Escritura a dos voces: se puede aplicar al escribir para dos instrumentos melódicos o haciendo dos grupos principales con los instrumentos de los que dispongamos. Al ser solamente dos melodías prestaremos atención al aspecto vertical pero también al horizontal de las mismas. Las voces pueden seguir un movimiento directo o paralelo, contrario u oblicuo. Se suelen priorizar los intervalos de terceras y sextas. Las cuartas y quintas encajan bien en notas largas y partes acentuadas. Por su parte, las segundas y séptimas rara vez aparecerán y si lo hacen suele ser en movimiento contrario. Para ello se pueden utilizar las técnicas:
    • Soli: cuando ambas voces siguen el mismo ritmo pero a distintas alturas.
    • Melodía y contramelodía: cuando ambas voces siguen diferentes ritmos.
  • Escritura a tres voces: esta opción supone una textura más densa y rica que nos permite formar tríadas. Por esta razón prestaremos más atención al aspecto vertical de las armonías y menos al aspecto horizontal de las diferentes melodías. En este caso se pueden poner en práctica las técnicas:
    • Soli abierto: cuando entre la nota más grave a la más aguda hay más de una octava.
    • Soli cerrado: cuando entre la nota más grave a la más aguda hay menos de una octava.
    • Entre las múltiples posibilidades está la opción de escribir dos voces en soli con una segunda voz intermedia a distancia de tercera o sexta y la tercera voz doblada a la octava.
  • Escritura a cuatro voces: duplicaremos una nota de cada acorde para obtener las cuatro voces. Para ello, en los acordes construidos sobre los grados I, IV y V lo más recomendable será duplicar la nota fundamental de cada uno de ellos. Sin embargo, para duplicar los acordes sobre el II grado suele dar mejor resultado duplicar su tercera. Pueden usarse las técnicas de soli abierto y cerrado como en el caso anterior.