LOS ANTECEDENTES LEJANOS DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA
LOS ANTECEDENTES LEJANOS DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA
3. El proceso para la formación de las Comunidades Europeas
3.3. La Declaración Schuman: la Comunidad Europea del Carbón y del Acero
Desde la recién creada República Federal Alemana, el canciller Konrad Adenauer manifestó el descontento alemán por el agravio que suponía que ciertas zonas fueran aprovechadas de forma unilateral por los Aliados, especialmente por Francia. Charles de Gaulle terminó por atender a esta demanda. En ese contexto, desde Francia se planteó la Declaración de Schuman, buscando también superar el marco franco−alemán, al abrirse la coordinación económica de la producción y distribución del carbón y del acero a otros Estados. Pero, no cabe duda, que Schuman tuvo que trabajar arduamente en su país porque en Francia no todas las sensibilidades políticas estaban por la labor de dejar de ocupar o controlar las fundamentales zonas del Ruhr y el Sarre. En la Asamblea Nacional francesa los gaullistas, los más ultranacionalistas y hasta los comunistas se enfrentaron a los cambios que el ministro quería introducir en favor de una relación más estrecha y positiva con Alemania.
La Declaración que lleva su nombre, se hizo pública 9 de mayo de 1950, una fecha que fue elegida posteriormente para conmemorar el Día de Europa.
El político francés afirmó que la paz mundial no se podía salvaguardar sin desarrollar unos esfuerzos equivalentes a los peligros que la amenazaban, es decir, estaba defendiendo un claro ejercicio de voluntad. La contribución que una Europa organizada podía aportar a la civilización era indispensable para que se desarrollaran relaciones pacíficas. En la Declaración recordaba el acervo francés de dos décadas en esta idea, y que nosotros hemos confirmado en el estudio del período de entreguerras. Como Europa no se había organizado la guerra había estallado.
Era consciente de que la construcción de Europa debía hacerse con realizaciones concretas, y en ese sentido, Francia y Alemania tendrían una clara responsabilidad conjunta en superar definitivamente su secular rivalidad porque la agrupación de las naciones exigía ese entendimiento.
Schuman anunciaba que el Gobierno francés proponía trabajar sobre lo que calificó de un punto limitado pero decisivo. Se proponía que se sometiera el conjunto de la producción franco−alemana de carbón y acero bajo una alta autoridad común, pero en una organización abierta a la participación de los demás países europeos.
La puesta en común de estas dos producciones garantizaría en sí misma y casi de forma automática la creación de bases comunes de desarrollo económico, como una primera etapa para la construcción de la federación europea, modificando definitivamente del destino de tantas regiones que durante mucho tiempo se habían dedicado a la fabricación de armas de guerra, siendo ellas mismas víctimas de los propios conflictos.
Las negociaciones para poner en la práctica lo planteado por Schuman comenzaron en el mes de julio de ese mismo año, y que llevarían a la firma del Tratado de París del 18 de abril de 1951.
El Tratado de París constaba de cien artículos. Establecía un mercado común del carbón y del acero entre Francia. Alemania Occidental, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo e Italia. Pretendía expandir la economía, aumentar el empleo y elevar el nivel de vida. El mercado debía racionalizar de forma progresiva la distribución de la producción, además de velar por la estabilidad y el empleo. El mercado común del carbón comenzó a funcionar el 10 de febrero de 1953, y el del acero el 1 de mayo de ese mismo año. En consecuencia, la Autoridad Internacional del Ruhr dejó de funcionar. Su primer presidente fue Jean Monnet, otro de los grandes padres de la unidad europea. Los norteamericanos reconocieron oficialmente la CECA en el año 1952, abriendo una delegación de relaciones con la misma en Bruselas.
La CECA estableció un organigrama, con la Alta Autoridad sería clave. Estaría compuesta por nueve miembros con su presidente. En realidad, vendría a ser la inspiradora de la futura Comisión Europea. Después, estaría la Asamblea, compuesta por miembros de los parlamentos de los Estados miembros, que sería la precursora del Parlamento Europeo. El Consejo de Ministros estaría formado por ministros de los seis países miembros, y que luego vendría a ser el Consejo de la Unión Europea. Por fin, un Tribunal de Justicia resolvería los conflictos que se pudieran dar. Como vemos, la CECA fue el primer ensayo de una organización supranacional europea, aunque fuera para cuestiones económicas concretas, pero ensayo, al fin y al cabo, y muy aleccionador.
Imagen 11: Creada con de Freepick AI