5. La integración de España

La integración de España en la Unión Europea (UE) marcó un hito significativo en la historia del país. Tras la transición a la democracia, España solicitó su adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1977. Después de intensas negociaciones, España firmó el Tratado de Adhesión en 1985 y se convirtió en miembro oficial el 1 de enero de 1986. La entrada en la CEE impulsó la modernización económica y social de España, facilitando el acceso a fondos estructurales y de cohesión que promovieron el desarrollo regional. Además, la integración permitió a España participar activamente en la toma de decisiones europeas y fortalecer sus relaciones con otros países miembros. Desde entonces, España ha sido un miembro comprometido, contribuyendo al proceso de integración europea y beneficiándose de las oportunidades que ofrece la UE.