3. Rúbricas en la evaluación de proyectos

A la hora de elaborar rúbricas que permitan la evaluación de proyectos es conveniente, en primer lugar, plantear una lista de todas las tareas que tienen que realizar, y pensar, de cada una de ellas, qué es lo que esperamos que hagan.

Cada tarea tendrá uno o varios objetivos o estándares de aprendizaje que plantearemos. Este objetivo o estándar de aprendizaje puede tener distintos niveles de desempeño, por ejemplo:

  • Aprendizaje excelente
  • Aprendizaje alto
  • Aprendizaje medio
  • Aprendizaje bajo

A continuación se debe pensar qué sería para nosotros un trabajo calificado como excelente, qué características debe reunir para que se considere así. Se hará lo mismo con el resto de los niveles. Esas características se redactarán a modo de descriptores; esto permitirá a los alumnos saber previamente qué tienen que hacer para obtener la calificación que desean.

Esta información se recoge en una tabla tal y como muestra este ejemplo:



Otro aspecto a tener en cuenta es la conversión numérica de cada aspecto. Como se ve en el ejemplo propuesto, en la última columna se indica una puntuación: la que correspondería en el caso de obtener la calificación de aprendizaje excelente. Puede indicarse la conversión para cada uno de los niveles de desempeño.

Las rúbricas permiten ajustar las expectativas del docente respecto a la actividad propuesta con el desarrollo de la misma por parte del alumno, de tal modo que este entiende de antemano qué se le pide y qué debe hacer para superar el objetivo de la tarea. Por esta razón, es fundamental elaborar las rúbricas con anterioridad y proporcionarlas a los alumnos.