Para cada uno de los principios se han señalado unas pautas con las que podemos guiarnos a la hora de planificar la secuencia didáctica y los medios para derribar barreras. Cada pauta trata de ponernos en el camino adecuado para comprender mejor el principio al que pertenece y poder dar sentido a todas nuestras decisiones didácticas.
A continuación vamos a realizar un análisis de cada una de las pautas para conocerlas más en profundidad.
PRINCIPIO DEL COMPROMISO

Pauta 7: Captar el interés
El interés del alumnado por aquello que aprende es esencial para que se involucre y se comprometa con la tarea. Proponer tareas, actividades o ejercicios que estén centrados en aspectos interesantes, compresibles y relevantes para ellos y ellas es fundamental y se convierte en la "puerta de acceso" al aprendizaje. Es importante generar intereses que puedan ser personalizables, flexibles y ajustables a la diversidad de alumnos y alumnas que conforman un aula.

Pauta 8: Mantener el esfuerzo y la persistencia
Aunque el interés es algo fundamental para que todo el alumnado pueda acceder al compromiso activo con el aprendizaje, por sí mismo no resulta suficiente. Es necesario generar diseños didácticos que promuevan que el alumnado pueda seguir concentrados en su trabajo, intentando conseguir el reto u objetivo de aprendizaje planificado. Esta habilidad para mantener el esfuerzo y el compromiso con la tarea debe ser reforzado por los y las docentes usando estrategias específicas que ayudan al alumnado a conseguirlo. Para ello podemos proponer estrategias de trabajo colaborativo, uso de feedback positivo y enfocado al éxito, dar sentido a las metas a alcanzar, promover actividades multiniveladas que lleven al alumnado a conseguir el éxito...

Pauta 9: Autorregulación
Es frecuente que en nuestras aulas nos encontremos con situaciones en las que el alumnado pueda sufrir ciertos miedos, inseguridades, falta de confianza o cualquier otra situación socioemocional para aprender. Estas situaciones se convierten en barreras para el alumnado cuando los diseños didácticos no ofrecen opciones o alternativas para que el alumnado aprenda a aprender: aprenda a autorregular su comportamiento, a autoevaluarse, a entender el error como fuente de aprendizaje, a controlar los miedos y amenazas...
PRINCIPIO DE REPRESENTACIÓN

Pauta 1: Percepción
La percepción es el primer canal para que el alumnado pueda acceder a la información que se le trata de transmitir. Sea de forma visual, auditiva, háptica o kinestésica, cualquier barrera que se le plantee al alumnado que haga que no puedan ver, oír, tocar o manipular la información hará imposible que se produzca un posterior procesamiento y comprensión de la misma. Es el primer paso ante el aprendizaje dentro de la representación de la información. Por ello, facilitar vías alternativas para que posibles barreras perceptivas puedan ser superadas, es fundamental en esta pauta del DUA.

Pauta 2: Lenguaje y símbolos
Uno de los aspectos más importantes de cara a poder dar sentido y significado a la información que percibimos pasa por el reconocimiento del lenguaje empleado en esa forma de presentarla, y también en los símbolos que se puedan estar usando. El proceso de decodificación del lenguaje y los símbolos nos permite procesar la información, construir nuestro conocimiento sobre ella y darle sentido. Por ello, debemos plantearnos si en nuestros diseños didácticos estamos usando un vocabulario conocido por todos, o aclaraciones al mismo; si las estructuras sintácticas empleadas son conocidas y comprendidas por todos y todas (voz pasiva, subordinadas, condicionales...); si las notaciones matemáticas, símbolos u otros procesos de decodificación de textos vienen ayudados por uso de ilustraciones, ejemplos, apoyos visuales u otros elementos que minimicen la abstracción que llevan implícitos; si se promueve la comprensión en otras lenguas, o se ilustra por múltiples vías.

Pauta 3: La comprensión
El objetivo último de cualquier proceso de aprendizaje es la comprensión de aquello que queremos transmitir a nuestro alumnado. Los procesos de comprensión se completan cuando el alumnado es capaz de conectar los nuevos conocimientos con aquellos que ya tenía en sus esquemas mentales. Esto se apoya en procesos como la activación de conocimientos previos, las relaciones entre ideas, el procesamiento de la información, la transferencia o la generalización. En todos ellos pueden surgir barreras que debemos tratar de minimizar para que se produzca esta comprensión e internalización de la información.
PRINCIPIO DE ACCIÓN Y EXPRESIÓN

Pauta 4: Acción física
Cuando a un determinado alumno o alumna le pedimos que exprese su aprendizaje, lo primero que debemos tener presente es si esta expresión podrá realizarla teniendo en cuenta el plano físico/motor. Es decir, puede que al pedirle a este alumno/a que plantee su respuesta de forma escrita le estemos proponiendo una barrera porque su ejecución motriz sea deficitaria. En este caso, promover alternativas a la acción física, plantear el uso de tecnologías de asistencia o adaptación del puesto de estudio, así como plantear otros formatos alternativos de respuesta que permitan eludir aquellas de mayor ejecución psicomotriz, debe estar en el planteamiento de cualquier reducción de barreras.

Pauta 5: Expresión y comunicación
La comunicación que nuestro alumnado nos ofrece nos permite conocer el grado de adquisición de los objetivos planificados en su proceso de aprendizaje. Es necesario que el alumnado pueda disponer de recursos variados que le permitan hacernos llegar su aprendizaje, tanto en el uso de los propios medios usados para comunicarse, como en los procesos de construcción y composición de los mensajes, o en la fluidez de los mismos. Lo importante no es el medio que use para expresarse, sino el aprendizaje que ha adquirido en función de lo que nos plateamos con él o ella.

Pauta 6: Funciones Ejecutivas
Las funciones ejecutivas son todas aquellas habilidades que permiten al alumnado ejecutar un plan. Se trata de procesos de planificación, gestión de la información, toma de decisiones, control de estímulos adversos, inhibición, control de tiempos, monitoreo... Todos estos procesos cognitivos deben ser puestos en juego por cualquier alumno o alumna a la hora de responder a las demandas que se le plantean en el aula. Algunos alumnos y alumnas podrán ponerlos en juego de manera natural, pero otros/as tendrán que disponer de apoyos o ayudas que le permitan ejecutar el plan con éxito: uso de organizadores gráficos, ejemplos, contraejemplos, relojes, secuenciación de metas, líneas del tiempo, cronogramas..