2. Selección de la información: aprendiendo a mirar

El primer elemento en que nos detenemos hace referencia a la recogida y selección de la información. La información seleccionada deberá ser relevante para el objetivo de la tarea. No tiene sentido en un proceso de aprendizaje guiado, recoger información que no este destinada a una finalidad marcada previamente.

Con estas condiciones, la recogida de información pertinente, seleccionando la que es importante para el objetivo a cubrir para los procesos que se darán a continuación, es donde focalizaremos la actividad. Este filtrado de la información es especialmente necesario cuando accedemos a ella por medio de páginas web u otros procedimientos digitales pues su cantidad es siempre abrumadora y frecuentemente irrelevante para la tarea; además, su presentación no siempre es adecuada para facilitar su comprensión o trabajar con la información que necesitamos.

La teoría de la carga cognitiva señala los tres tipos de carga atener en cuenta: la intrínseca, la extrínseca y la relevante. Se considera que el aprendizaje es más eficaz cuando se reduce la carga extrínseca haciendo accesibles los contenidos para facilitar que el esfuerzo se focalice en la carga pertinente que si es relevante para los aprendizajes.

La selección de la información ya supone alguna forma de organización, pero veamos antes otros aspectos.

En la observación y búsqueda podemos acceder a la información de forma directa o indirecta.

Seleccionar la información