2. ¿Qué entendemos por inclusión educativa?

2.1. ¿Qué es la inclusión?

En primer lugar, señalar que un error frecuente es considerar la educación inclusiva como sinónimo de integración. Hay matices que diferencian a ambos conceptos.

La integración acepta la diferencia, la reconoce, pero se centra en el déficit, la deficiencia o el discapacidad, por tanto habla de necesidades educativas y plantea una respuesta educativa que es diferenciadora. Diferenciadora en tanto que el alumno o alumna sale del aula ordinaria para recibir una atención individualizada en función de su discapacidad, con un curriculum que se aleja significativamente del ordinario.

En cambio, una escuela inclusiva acoge la diferencia y aprende de ella, focalizando la atención en las capacidades de todo el alumnado y potenciándolas, mediante la eliminación de barreras que impiden que todos los alumnos puedan aprender. En este sentido la respuesta educativa es inclusiva y por tanto el alumno y la alumna están presentes en el aula ordinaria, participando y aprendiendo junto a sus iguales.