4. Implementando el ApS en nuestra docencia.

Como decíamos, el proyecto debe pasar por las siguientes fases: diagnóstico y planificación; ejecución; y cierre. Es importante que en la fase de detección de necesidades valoremos la viabilidad de nuestro proyecto, un sistema de Evaluación DAFO puede ayudarnos en esta empresa. Como podéis ver en la siguiente tabla, éste recoge las debilidades, las amenazas, las fortalezas y las oportunidades de nuestro proyecto:

Aspectos negativos

Aspectos positivos

Origen interno

(al proyecto)

DEBILIDADES



FORTALEZAS



Origen externo

(al proyecto)



AMENAZAS



OPORTUNIDADES

Como habéis podido observar, este análisis se hace en términos de aspectos positivos y negativos que podemos identificar dentro del marco del propio proyecto (apoyo institucional, recursos con los que contamos...) y fuera del mismo (crisis económica, dificultades en la entidad con la que habíamos planeado colaborar...). Esta estrategia puede ayudarnos a identificar elementos que son modificables, retos que poder abordar; y aquellos que no lo son, pero que controlamos, de modo que no acaben siendo un impedimento para el éxito de nuestra experiencia.

Si vamos adelante en el planteamiento y desarrollo de nuestro proyecto, es preciso que detallemos con precisión los contenidos y compromisos que todas las personas implicadas (profesorado, alumnado y Socios Comunitarios) adquieren, esto puede hacerse mediante un convenio de colaboración, que se detallará en función de las posibilidades e intereses compartidos.