2. La lectura compartida



Desde aquí, me gustaría que pensáramos juntos sobre la lectura compartida.


¿De qué hablamos cuando hablamos de lectura compartida? No digo simplemente “lectura en voz alta”, porque me interesa incluir todas las dimensiones, todos los aspectos que entran en juego cuando se comparte una lectura.

La lectura compartida incluiría, en este sentido, las lecturas en voz alta que hacen los padres y las madres a sus hijos e hijas desde bebés, las lecturas que comparten los maestros con su alumnado, las lecturas que comparten hermanos de distintas edades, incluso la idea de recomendarse lecturas entre adolescentes y adultos. Cualquier experiencia que implique pararse a leer, pararse a mirar, pararse a escuchar con un libro de por medio y que implique a dos o más personas, sea directa o indirectamente, sea en persona, sea en la distancia.

¿Qué se comparte, aparte de la lectura misma, cuando se comparte una lectura en concreto y la lectura en general?

Recuerdo el rostro extrañado de una amiga al verme leer El Grúfalo de Julia Donaldson (en inglés) a mi hijo de cuatro meses, tendidos los dos en la cama boca arriba, sosteniendo yo el libro para que él lo viera bien. “¿Pero entiende algo?”, preguntó. La invité a que se sentara con nosotros y nos observara. Cuando vio a mi hijo sonreír en determinadas partes, reírse en otras y mover las manos de la emoción en otra, mi amiga exclamó: “¡Huy, que sí entiende!”.


Evidentemente, ayuda escoger bien. El Grúfalo, al menos en el original inglés, es una melodía, con rima, con ritmo, con ruidos animalescos, con voces interesantes. Es prácticamente una canción. De hecho, a estas edades leer con niños “funciona” por motivos muy parecidos por los que funciona cantarles o recitarles retahílas.

Pero aparte de musicalidad, ¿qué otras cosas se comparten cuando se lee un libro a un bebé (o a un niño o niña más mayor)?

En los talleres de lectura en voz alta con padres, maestros y bibliotecarios que he impartido, hay un experimento que me gusta hacer, que es el mejor que se me ocurre para que todos, por un momento, nos convirtamos en bebés frente al mundo y frente a la lectura.