4. Rúbricas

4.5. La rúbrica para autoevaluación

1. Para que los estudiantes se inicien en la autoevaluación con las rúbricas, podemos elaborar una sencilla, con indicadores muy claros y fácilmente observables. Progresivamente podremos avanzar hacia mayores niveles de complejidad e ir involucrando a los estudiantes en la construcción de rúbricas personalizadas.

2. Presentar la rúbrica como una referencia que nos permite analizar nuestro trabajo y tomar decisiones para mejorarlo. No como un instrumento de valoración, sino como una referencia para nuestro trabajo y mejora, que describe aquello que esperamos lograr, aquello en lo que vamos a centrar nuestros esfuerzos.

3. Los estudiantes deben comprender perfectamente cada uno de los indicadores y descriptores de la rúbrica desde el inicio de la tarea. La rúbrica debe estar en un lugar visible del aula y cada estudiante debe tener una copia.

4. Tras una primera fase de trabajo, cada estudiante se autoevalúa utilizando la rúbrica.

5. En parejas, comparten sus resultados, cada estudiante justifica sus decisiones y entre ambos proponen acciones de mejora. En este punto puede intervenir el docente, para llegar a una decisión dialogada y ampliada con la perspectiva docente.